Las dos almas que ha desarrollado Ciudadanos en este ciclo electoral están más en disputa que nunca. El partido tiene en sus manos reafirmar el dominio del PSOE en varias comunidades y municipios o definirse completamente a la derecha y exportar el pacto andaluz al resto del territorio. Con la inevitable muleta de Vox a cuestas, Europa ya ha avisado a Albert Rivera sobre los acuerdos con los ultras.
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La foto del presidente francés, Emmanuel Macron, con Pedro Sánchez y su invitación al presidente del Gobierno a aliarse contra las fuerzas extremistas envía un poderoso mensaje al presidente de partido naranja. Rivera siempre ha considerado a Macron un referente y este ha dejado claro que no hay que alimentar el fenómeno de Vox.
El partido se ha defendido asegurando que no habrá negociaciones con la fuerza de Santiago Abascal. Esperan replicar la jugada de la Junta de Andalucía donde dejaron en manos del PP de Pablo Casado gestionar el apoyo de la ultraderecha. Entonces, el grupo liberal en el Parlamento Europeo ya se llevó las manos a la cabeza. El hasta ahora presidente de los liberales en la Eurocámara, Guy Verhofstadt, expresó su inquietud pero acabó por defender al partido naranja por no haber hecho "concesiones a Vox".
Ahora es Macron, el paladín del liberalismo en la nueva Eurocámara, quien amenaza con pedir explicaciones a un partido con el que comparten bancada en el Parlamento Europeo. Más, después de haberse visto aupados a la tercera posición al sumar 39 escaños a su cómputo total tras los comicios del 26 de mayo.
Pero el veto al PSOE, ratificado por el comité nacional que diseña la política pactista de los naranjas, imposibilita que se abran alternativas. El partido no sale de su cerrajón a aunar fuerzas con los sanchistas y sólo ha insinuado que se avendrán a contemplar alianzas con aquellos barones que renieguen del presidente. Pretenden alimentar las disensiones en el seno de los socialistas sobre la gestión que se ha hecho de Cataluña en los últimos meses y exigen que se unan a su reclamación de que se aplique, de nuevo, el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
¿LIBERALES O EL PRIMERO A LA DERECHA?
Esta postura acerca a los de Rivera a los populares y certifica que el partido sigue luchando "por ser el primero a la derecha", señala Ernesto M. Pascual, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). El politólogo explica que si imprime un giro a su política, una vez superado el ciclo electoral, "podría rearmar el espacio del centro en España y encarnar el espíritu del liberalismo europeo en Madrid".
En Ciudadanos el debate entre el ala liberal del partido y la populista está al rojo vivo, explican fuentes conocedoras a 'Bolsamanía'. Relatan cómo la parte de la formación que empezó a revolverse cuando se compartió la polémica foto de Colón con Vox desearía aproximarse al PSOE y reivindicarse como una fuerza de centro europeísta. La voluntad de estos sectores es crecer desde ahí y abandonar la postura frentista que ha caracterizado a la formación en los últimos meses.
"El partido debe decidir qué quiere ser de mayor", prosigue Pascual. El intento por desbancar al PP no le ha salido bien a Rivera ya que "no han logrado el sorpasso en el peor momento del PP", argumenta, por lo que augura que poco más puede aspirar a robarle a los populares. De hecho, prevé que el partido de Casado logrará rearmarse en los próximos años y vuelva a ser el referente de la derecha.
"La decisión que debe tomar Rivera está entre si seguir peleando por copar la derecha y ser el principal partido de la oposición o moderarse y dejar de ir a la contra", redondea el experto. Las posturas iniciales no apuntan, sin embargo, a que haya repetición del pacto del Abrazo de 2016. De momento, la batalla se libra en Aragón, Castilla y León y Murcia y de estos pactos dependerá en gran medida qué pasará en Moncloa y en la investidura.
