Esta escuela catalana de tecnología musical ofrece diversos cursos de producción musical, incluso de nivel universitario
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La escuela Microfusa, con más de 30 años de experiencia en la formación de DJ y música electrónica en España, ha abierto su primer centro en Madrid. La escuela madrileña, ubicada en el Paseo de Juan Antonio Vallejo-Nájera Botas, ofrece cursos que permiten obtener títulos superiores y universitarios relacionados con la producción musical.
"Empezamos en Barcelona hace más de 30 años con talleres para crear música con ordenador, fue algo que se le ocurrió a Ignasi Benavente, que tuvo la idea porque no existía nada parecido en España", recuerda a Europa Press el actual director de las escuelas, Edu Gramunt.
Microfusa nació como un "laboratorio sonoro" creado por dos músicos en 1987 y dos años después se asentó en Barcelona como una escuela de sonido donde aprender producción musical en todos los niveles. También fue el primer lugar de toda España donde formarse académicamente como DJ. Una profesión que ha evolucionado con el tiempo.
"No es lo mismo pinchar una sesión en una discoteca de moda en Ibiza que una de 'techno' en un club de Berlín", señala Gramunt, para quien el concepto de DJ se ha extendido hasta convertirse también en un productor y compositor que requiere formación musical y en tecnología.
"En nuestra escuela hay muchas horas lectivas de producción musical, desde rock o música acústica a todo tipo de electrónica. Yo lleva 22 años aquí y todo ha sido una evolución constante: ha aumentado el contenido lectivo y también la pedagogía", explica el director de Microfusa.
La oferta de la escuela abarca desde cursos de DJ tres meses a otros de producción musical de dos años que se pueden rubricar con un tercer curso en una universidad británica de la que salir con un título de grado.
"En el mundo de la música hay gente muy capaz que no ha estudiado, pero que tiene buen gusto, aunque la formación te da más seguridad", defiende Gramunt, que define la profesión de DJ como algo muy "vocacional".
"Hay que aprender a mantener una sesión, aprender a observar y atender al público, también a manejar los dispositivos", enumera el director de Microfusa, que rechaza el estereotipo que arrastran los DJ. "Para trabajar de noche hay que tener la cabeza muy bien amueblada. Quien tiene una idea loca de la noche no durará mucho en la profesión. Si no te lo tomas en serio no sobrevives", asegura.
HACERSE DJ TRAS LA JUBILACIÓN
A Microfusa llegan diferentes perfiles de alumnos, desde jóvenes de 18 años con una clara vocación musical, hasta personas de la tercera edad. "Hemos tenido de todas las edades, incluso jubilados, como un médico que tras retirarse vino porque quería ser DJ", hace saber Gramunt.
Lo que no desvela es el nombre de los artistas, músicos y cantantes que pasan por la escuela para perfeccionar sus conocimientos técnicos o aprender a producir sus propias canciones. Tampoco, aquellos que llegan con la pretensión de convertirse en el próximo David Guetta. Una ambición que Edu Gramunt aconseja desterrar.
"En el mundo de la música siempre hay quien tiene más aspiraciones. Lo que le digo a esa gente es que deje de lado la idea de triunfar porque no todo el mundo va a ser el número uno: lo que tiene que conseguir es que se convierta en su profesión", apostilla.