- Uno de los objetivos del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES, o 'Plan Bolonia') es mejorar la empleabilidad de los universitarios
- Por ahora es difícil diferenciar los efectos de este modelo educativo con respecto los de la crisis económica
- Las universidades españolas no recibieron ninguna financiación adicional o directa para adaptar el EEES
El 29 de octubre de hace diez años se aprobó en España el Real Decreto 1393/2007, que entró en vigor dos días después. Con él se dio un fuerte impulso a la implantación en el país del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), más conocido como 'Plan Bolonia', responsable de la transformación que han vivido las universidades españolas en los últimos años. Entre otros objetivos, se buscaba (y se sigue buscando) mejorar la empleabilidad de los titulados universitarios. Sin embargo, la crisis económica que se ha cruzado en su camino y la falta de financiación directa para su adaptación han podido complicar esta tarea, aunque los expertos creen que es necesario que pase más tiempo para poder ver realmente sus efectos.
El 'Plan Bolonia' es un proyecto que pretende unificar los criterios educativos en todos los centros europeos, especialmente en los universitarios. Con él, las viejas licenciaturas y diplomaturas, que duraban cinco y tres años respectivamente, pasaron a ser grados con una duración de cuatro. Además, el trabajo de los estudiantes empezó a medirse a través de los créditos ETCS (European Credit Transfer System), que no solo miden las horas de clase, como sus antecesores, sino que incluyen también el trabajo que se hace fuera del aula. Así, un crédito equivale a unas 25 o 30 horas de trabajo que, en teoría, debe realizar el alumno.
Este Plan europeo realmente nació en 1999, cuando comenzó el llamado Proceso de Bolonia. Pero en España se implantó de manera definitiva con el decreto 1393/2007. Eso sí, las universidades españolas tuvieron plazo hasta 2010 para adaptarse a él totalmente. Y, desde entonces, estas han vivido muchos cambios.
LA EMPLEABILIDAD COMO PILAR
Gran parte de dichas transformaciones y medidas acordes al EEES han estado marcadas por un objetivo clave para el proyecto: mejorar la empleabilidad de los titulados universitarios. "El 'Plan Bolonia' supone un nuevo impulso para empleabilidad. Aunque la preocupación por la inserción laboral no es nueva, este la pone como uno de sus pilares", explica a Bolsamanía Martín Martín-González, investigador de la cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y miembro de la unidad de dirección del Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios, un proyecto apoyado por la Conferencia de Rectores (CRUE) y financiado por la Obra Social "la Caixa".
Este experto asegura además que el EEES "se convierte como en un nuevo paradigma educativo” ya que la empleabilidad pasa a ser "una línea de acción primaria". Así, explica que, por ejemplo, ahora existe una "preocupación por la formación permanente" y el "aprendizaje a lo largo de la vida", entre otras medidas que antes "no existían o no se veían de esta forma estructurada o sistemática".
El Real Decreto 1393/2007 recoge que "la nueva organización de las enseñanzas incrementará la empleabilidad de los titulados"
"Pero la gran transformación yo creo que es cómo el modelo de enseñanza pasa a estar centrado en la adquisición de competencias", añade. De hecho, la propia norma que aprobó el Gobierno hace diez años recoge que "los planes de estudios conducentes a la obtención de un título deberán tener en el centro de sus objetivos la adquisición de competencias por parte de los estudiantes". Con ello, estipula más adelante el decreto, "la nueva organización de las enseñanzas incrementará la empleabilidad de los titulados".
Eso sí, Martín-González matiza que el concepto de empleabilidad "no es un concepto como la inserción laboral o como la formación", sino que es "un poco más complejo". "Es un constructo teórico que se refiere a las posibilidades de tener y mantener un empleo adecuado y satisfactorio", relata. Es decir, empleabilidad no es solo acceder al mundo laboral, sino poder ascender, poder tener expectativas y que haya un ajuste entre el trabajo y los estudios realizados.
De esta manera, "hay que atender a muchas cosas" para medir la empleabilidad . Y, por tanto, es algo que "no depende solo de la Universidad, sino también de las empresas, del marco normativo institucional y del Sector Público", afirma.
¿HA MEJORADO ALGO REALMENTE EL 'PLAN BOLONIA'?
Uno de los factores que ha dificultado el camino del 'Plan Bolonia' en España ha sido la crisis económica. De hecho, para este investigador de la UPM es difícil aislar los efectos del nuevo modelo educativo universitario de los que han podido provocar la recesión, de la destrucción de empleo o de las políticas que se han llevado a cabo.
Por ejemplo, la tasa de paro juvenil en España es la más alta de todos los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según los últimos datos del organismo referentes al pasado mes de julio. Pero para Martín Martín-González no se puede saber realmente cuál ha sido la influencia del EEES en ello.
"Creo que hay otros problemas estructurales que nos prohíben vislumbrar un poco qué ha hecho el 'Plan Bolonia'. Y, aún así, no hay datos recientes para poder evaluarlo", asegura a este medio el experto del Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios.
SIN FINANCIACIÓN ADICIONAL
Fuera de otros hechos que han podido perjudicar a la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior en España, Martín-González admite que "ha habido cierto retraso en la adopción de ciertas medidas que a lo mejor ha podido tener un efecto negativo", aunque sin profundizar en ello. Asimismo, asegura que los efectos del 'Plan Bolonia' no se pueden comparar con los que ha podido tener en otros países que también lo han adoptado.
Martín-González: "No ha habido un dinero adicional para poder enfrentarse a esto. Y encima el dinero público se ha visto reducido"
En cambio, sí critica el hecho de que en España no ha habido una financiación directa para que los centros universitarios se amolden a los nuevos planes. "Por lo tanto, las universidades tienen que hacer un esfuerzo extra y utilizar viejos métodos, viejas instalaciones, vieja tecnología, profesores que a lo mejor no han tenido cursos de reciclaje, etcétera. Y tienen que adaptarse a un nuevo escenario, sin financiación para afrontarla", destaca el investigador.
Esta crítica llegó ya en el año 2009 por parte del expresidente de la CRUE, Ángel Gabilondo, quien aseguró que el nuevo modelo europeo no se implantaría “a coste cero”. Y a ello, las universidades han tenido que sumarle los recortes derivados de la crisis económica. "No ha habido un dinero adicional para poder enfrentarse a esto. Y encima el dinero público se ha visto reducido", insiste Martín-González.
Por ello, el experto defiende el esfuerzo "importantísimo" que han hecho las universidades en España "por reducir los desajustes entre la formación que dan y los requisitos de las empresas". Y en ello juegan, en su opinión, un papel protagonista los servicios de prácticas y empleo, habitualmente conocidos como COIE. "Cuentan con muy poco dinero y muy pocos recursos a pesar de la importancia que tienen, o que deberían tener, dentro de toda esta estructura", asegura el experto.
No obstante, los centros universitarios de España aún tienen una fuerte desventaja con respecto universidades de otros países. De hecho, en el último QS Graduate Employability Ranking, elaborado por Quacquarelli Symonds, solo hay una universidad española entre las 50 mejores del mundo en materia de empleabilidad: la Universidad de Navarra (puesto 48). Para encontrar más universidades del país, hay que descender hasta el puesto 88, donde empatan la Universidad Complutense de Madrid y la Universitat de Barcelona.
¿CUÁL ES EL FUTURO DEL 'PLAN BOLONIA'?
El 'Plan Bolonia' ha cumplido así una década en España con muchos baches en el camino. Pero para el investigador del Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios, este dará sus frutos, en lo que a empleabilidad se refiere, en los próximos años, cuando la situación económica y laboral “se estabilice”. Además, es el modelo que marca Europa, por lo que es difícil pensar en que sea sustituido en el corto plazo por un nuevo sistema educativo.
Eso sí, aún queden algunos problemas por resolver, como "reflexionar más en torno a la empleabilidad" o "compaginar el formar en competencias que requiere el mercado laboral con no dejar de formar en capacidades individuales", indica Martín-González. También pensar en si se quiere enseñar a los estudiantes las competencias que requiere el mercado en la actualidad o en las que precisará en el futuro. "Tendríamos que pensar qué tipo de economía queremos, y formar a los estudiantes universitarios para ello", concluye el experto.