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La economía de la zona euro se desaceleró de nuevo en enero. El crecimiento se atenuó en el primer mes de 2022 debido principalmente a las restricciones de actividad por la variante Ómicron, sobre todo en el sector servicios. Sin embargo, esta desaceleración se vio atenuada por una cierta fortaleza renovada de la producción manufacturera, que creció al ritmo más rápido desde septiembre del año pasado, según el índice PMI.

Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la zona euro, elaborado por la consultora Markit, disminuyó de 53,3 registrado en diciembre a 52,3 en enero, indicando un ritmo de expansión más débil de la actividad total en el sector privado de la zona euro. En términos generales, los últimos datos señalaron el aumento más débil de la actividad comercial desde que el índice PMI retornó a territorio de crecimiento en marzo del año pasado.

Dicho ritmo de expansión más débil registrado en enero fue debido a un crecimiento más lento de la actividad del sector servicios, ya que la producción manufacturera aumentó a un ritmo más rápido. Los últimos datos mostraron que la economía del sector manufacturero de la zona euro ha superado a la de sus homólogos del sector servicios por segundo mes consecutivo.

Tal y como ha ocurrido desde abril del año pasado, Irlanda experimentó el crecimiento más rápido de la actividad total de todos los países de la zona euro estudiados, aunque su ritmo de expansión fue igual de fuerte que el observado en el mes anterior. Mientras tanto, Alemania registró un pequeño repunte de la actividad total en enero, regresando a territorio de crecimiento tras haber experimentado un declive marginal en el mes anterior. Por otro lado, la actividad total en Francia perdió impulso, en Italia se estancó en líneas generales y en España registró la primera contracción desde febrero del año pasado.

Los últimos datos de la encuesta en la zona euro señalaron que las carteras de nuevos pedidos del sector privado crecieron de nuevo en el primer mes del año. Los datos de los dos sectores estudiados mostraron que los nuevos pedidos han aumentado tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, aunque el sector industrial registró el aumento más rápido. Una mejora más lenta de la demanda de servicios afectó la fortaleza del repunte en su conjunto, que fue el más débil en la actual secuencia de once meses de crecimiento.

No obstante, el crecimiento del empleo se aceleró en enero y se mantuvo por encima de su promedio histórico por un margen notable. A pesar de ello, el incremento de la tasa de creación de empleo fue impulsado únicamente por los fabricantes, ya que el crecimiento de la dotación de personal se ralentizó en las empresas de servicios.

Mientras tanto, las capacidades operativas continuaron siendo limitadas en la zona euro, reflejando los problemas relacionados con la disponibilidad de personal y la escasez de materiales y productos, así como un aumento de los nuevos pedidos recibidos. El ritmo de incremento de la cartera de pedidos pendientes fue importante, aunque el más lento observado en nueve meses.

De cara al futuro, las empresas prevén que los niveles de actividad aumenten durante los próximos doce meses. El optimismo con respecto a las perspectivas mejoró en enero hasta su nivel más fuerte desde octubre del año pasado.

Por último, los datos más recientes del estudio mostraron que las presiones en los precios se intensificaron una vez más en toda la zona euro, y las tasas de inflación de los precios pagados y de los precios cobrados se aceleraron. El aumento de los costes fue solo una fracción más rápido que en diciembre, pero fue más fuerte que cualquier otro registrado por el estudio antes de noviembre del año pasado (cuando alcanzó su máximo histórico). A su vez, los precios de venta aumentaron de manera más agresiva y la tasa de inflación estuvo solo apenas por debajo del pico del estudio registrado en noviembre del año pasado.

SECTOR SERVICIOS

Por otro lado, el Índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la zona euro disminuyó de 53,1 registrado en diciembre a 51,1 en enero. Si bien dicha lectura todavía se sitúa por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 y, por lo tanto, es consistente con un crecimiento, señaló la expansión más lenta de la actividad del sector servicios de la zona euro desde abril del año pasado.

Este aumento más lento de la actividad comercial coincidió con un crecimiento más débil de los nuevos pedidos en enero. El ritmo de crecimiento de la demanda fue el más débil observado en la actual secuencia de nueve meses de expansión. No obstante, los pedidos pendientes de realización continuaron aumentando, y lo hicieron a un ritmo más rápido.

Para mejorar las capacidades operativas se contrató más personal en enero. La tasa de creación de empleo fue ligeramente más débil que la del mes anterior, pero aún más rápida que el promedio histórico.

Los precios pagados aumentaron sustancialmente en enero, y a una tasa que fue la segunda más rápida registrada por el estudio, superada solo por el pico observado en noviembre del año pasado. Mientras tanto, la inflación de los precios de venta se aceleró hasta alcanzar una nueva máxima de la serie.

"La economía de la zona euro se desaceleró de nuevo en enero, después de que su crecimiento se debilitara en el último trimestre de 2021. Las empresas informaron de una demanda moderada y persistentes restricciones en términos de escasez de mano de obra y problemas de suministro de materias primas como resultado de la pandemia", comentan desde Markit. Añaden que "esta desaceleración coincide con el endurecimiento de las medidas de contención para combatir el virus en la zona euro al nivel más alto desde mayo del año pasado en medio de un aumento de contagios de la COVID-19 vinculados a la variante Ómicron".

Consideran que "un motivo clave de preocupación es que las presiones inflacionistas continúan aumentando, y es probable que la fuerte subida de los precios de la energía aumente aún más las presiones de los precios al alza en los próximos meses. Los hogares ya se muestran afectados y las empresas se enfrentan a nuevos aumentos de los costes. Las tensiones en Ucrania también plantean un nuevo riesgo a la baja para las perspectivas, y es probable que cualquier escalada de la situación disminuya aún más la confianza empresarial".

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