Un impuesto mínimo global para las grande empresas. Esta es la última petición de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. ¿El objetivo? Que la economía mundial prospere "sobre la base de una mayor igualdad de condiciones en la fiscalidad de las empresas multinacionales".
La petición de Yellen se produce en vísperas de las reuniones del FMI y el Banco Mundial y en un momento clave para la administración de Joe Biden. El demócrata se ha puesto como objetivo luchar contra la evasión y los refugios fiscales.
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El propio Biden ha asegurado este fin de semana que las grandes corporaciones "no deberían pagar menos impuestos". Un hecho que ha definido como injusto y que se ha propuesto cambiar con el 'Plan Fiscal Made in America".
La subida de impuestos ha quedado clara en el nuevo plan de infraestructuras presentado por el presidente de Estados Unidos. Los cerca de 2 billones se sufragarán durante los próximos 15 años gracias a una serie de subidas de impuestos a empresas y eliminación de exenciones y bonificaciones fiscales.
Yellen asegura que las grandes empresas de Estados Unidos llevan 30 años beneficiándose de bajas tasas de impuestos. Por eso pide a los gobiernos "sistemas fiscales estables que recauden suficientes ingresos para invertir en bienes públicos esenciales y responder a las crisis, y que todos los ciudadanos compartan equitativamente la carga de la financiación del gobierno".
