- También asegura que el balance no será una herramienta monetaria en "tiempos normales"...
- ...pero deja claro que volverá a engordarlo si la economía flaquea
No puede evitarlo. La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, quiere restar importancia a la reducción del billonario balance de la entidad, pero en su propio discurso ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de los Representantes deja claro que eso mismo, el balance, es y será clave en la gestión de la política monetaria del banco central de Estados Unidos.
Por ahora, ese balance permanece en los 4,5 billones de dólares en los que se encuentra desde 2014, un volumen que no tiene precedentes y que antes de la crisis apenas era de 0,8 billones. Pero Yellen ya anunció en abril, y ha confirmado este miércoles, que su intención pasa por reducirlo a finales de 2017.
Ahora bien, antes incluso de empezar a adelgazarlo, la presidenta de la Fed ya se ha cubierto las espaldas. Y en su comparecencia ante la Cámara de los Representantes, además de constata que hay margen para subir más los tipos de interés de manera gradual, también ha matizado que, si es precio, ese balance volverá a crecer.
Lo ha afirmado, además, en un ejercicio total de asimetría. Porque, primero, ha defendido que la palanca monetaria primordial de la Fed a la hora de ajustar la política monetaria es el manejo de los tipos, y no del balance. "No tenemos intención de usar el balance como una activa herramienta monetaria en tiempos normales", sostiene Yellen.
Pero es que, a continuación, confirma que su protagonismo será distinto en caso de que la economía vuelva a flaquear. "La Fed estaría dispuesta a reanudar las reinversiones [del dinero proveniente del vencimiento de los títulos que tenemos en el balance] si un deterioro de las perspectivas económicas justifica una considerable reducción de los tipos", previene. Es decir, la Fed, que va a comenzar a reducir su balance dejando de invertir el dinero procedente del vencimiento de los activos que tiene en cartera, se muestra preparada para volver a engordarlo con el retorno de esas reinversiones.
Y aún va más allá. "Más generalmente, la Fed estaría preparada para usar toda su gama de herramientas, incluyendo el tamaño y la composición del balance, si las condiciones económicas futuras exigieran una mayor acomodación monetaria de la que se pudiera conseguir solamente con una reducción de los tipos". O lo que es lo mismo, en los tiempos normales el balance no será una herramienta de política monetaria... pero en los tiempos anormales la cosa cambia. En esos tiempos, y con los tipos estando donde están -entre el 1 y el 1,25% tras cuatro subidas desde finales de 2015-, el balance volverá a ser lo que ya fue entre 2008 y 2014: la principal herramienta monetaria al alcance del banco central estadounidense.