- En el corto plazo la rentabilidad aumenta con las victorias de candidatos republicanos
- La victoria de Trump acentuaría la volatilidad en los mercados internacionales
El martes 8 de noviembre toda la incertidumbre que encoge estos días a los inversores de Wall Street se empezará a desvanecer. Ese día los estadounidenses elegirán entre Hillary Clinton o Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Confiarán en una candidata impopular y salpicada por los escándalos, pero digerible para las bolsas o en un candidato que quiere construir un muro en la frontera con México, establecer políticas proteccionistas con China y la Unión Europea y un dólar más fuerte. La incertidumbre pasará... o llegará el temor real.
Más allá de estas elecciones, que marcarán el futuro de los próximos cuatro años, Wall Street a lo largo de la historia se ha comportado mejor bajo gobiernos del Partido Demócrata. Desde 1929, año del crac, hasta 2016, la rentabilidad bursátil bajo las administraciones republicanas ha sido del 5,4% en el índice S&P 500 mientras que cuando ha habido un demócrata en la Casa Blanca el beneficio de los inversores ha ascendido hasta el 14,7%, según el estudio realizado por el fondo de inversión Fidelity. Si se descuenta la quiebra que sufrió el parqué estadounidense en 1929, bajo el mandato del republicano Herbert Hoover, la rentabilidad de los gobiernos del partido del elefante asciende a un 9,2%.
“Tomamos como referencia el S&P 500 porque es un reflejo más real de la economía estadounidense, dado que cotizan 500 empresas frente a otros índices como el Dow Jones donde sólo se puede ver la evolución de las 30 empresas más capitalizadas del país”, explica Antonio Salido, director de comunicación de Fidelity.
Según la publicación estadounidense Stock Trader's Almanac, que ha analizado también estos años, durante los gobiernos republicanos hubo 14 recesiones y 18 ciclos bajistas, mientras que en los Ejecutivos del partido del símbolo del burro se han registrado siete recesiones y 16 ciclos bajistas.
El Dow Jones ha vivido subidas de un 42% de media bajo las administraciones demócratas, frente al 27% conseguido durante presidencias republicanas desde el año 1945
Por su parte, el índice Dow Jones también ha seguido la misma pauta que el S&P 500. La agencia de noticias Bloomberg ha recopilado los datos desde 1945 hasta la actualidad y las cifras vuelven a castigar a los republicanos. Bajo administraciones demócratas el Dow Jones ha vivido subidas de un 42% de media, frente al 27% conseguido bajo gobiernos de la formación del color rojo.
¿Y esto por qué? ¿Qué razones hay para que la bolsa se comporte así? “Los demócratas están más centrados en la economía, mientras que los republicanos tradicionalmente están más volcados en la política exterior”, apunta el economista Jorge Díaz-Cardiel, director de la consultora Advice Strategic Consultants. Otros analistas como Christopher Dembik, de Saxo Bank, apunta que los republicanos han tenido a lo largo de la historia una posición más proteccionista, que repercute de forma negativa en el mercado de valores.
Otra de las tendencias que ha seguido Wall Street a lo largo de los años es que los períodos electorales son normalmente alcistas. Bloomberg apunta que esto se debe a la confianza que tienen los inversores en el sistema electoral estadounidense. “Los presidente que llegan a la Casa Blanca, normalmente, ponen en marcha durante el primer año una serie de reformas que incentiva a los mercados y esto explica esa tendencia”, señala Salido, como otra de las razones que explican este hecho. Sólo hay dos excepciones, el año 2000, cuando estalló la burbuja de las empresas de Internet y el 2008 año de la caída de Lehman Brothers. En esos año el S&P 500 se dejó un 10,1% y un 38,5%, respectivamente.
Los años preelectorales también suelen acabar con fuertes subidas. El año 1947 fue el más bajo de la serie histórica, con una subida del 2,2% en el S&P 500, un dato que coincide con el pasado año que también fue de leves ganancias: el S&P 500 consiguió una subida leve del 0,7% mientras que el Dow Jones llegó hasta un 2,2%. “Esto se explica porque los inversores temen que llegue una persona al poder como Donald Trump, que no tiene un programa económico sólido y lo único que propone es crear 25 millones de empleos, no se sabe muy bien cómo, bajar impuestos a los más ricos para que esto beneficie al resto de la sociedad. Unas ideas descabelladas que no avala ningún premio Nobel ni ningún reconocido economista y que entroncan con algunas ideas libertarias”, comenta Díaz-Cardiel.
"Donald Trump propone unas ideas descabelladas que no avala ningún premio Nobel de economía", apunta el consultor Jorge Díaz-Cardiel
En el corto plazo, la Bolsa de Nueva York sigue también un patrón: los inversores sacan mayor rendimiento en el corto plazo cuando gana un candidato republicano, mientras que los más pacientes obtienen más rendimientos en los tres años siguientes a la victoria electoral demócrata. Según Bloomberg, el rendimiento de la bolsa con las victorias republicanas ha sido de un 8,8% frente al 5,3 % obtenido cuando un demócrata ha accedido a la presidencia de Estados Unidos.
EL SISTEMA POLÍTICO POR ENCIMA DE LOS PRESIDENTES
Desde Fidelity, sin embargo, restan importancia al partido que esté gobernando en la Casa Blanca y creen que es más importante las mayorías que haya en la Cámara de Representantes y en el Senado. “El sistema político estadounidense está por encima de los presidentes, por mucha visibilidad que tengan en la escena internacional. Sólo un 3% de las leyes impulsadas por el jefe del Ejecutivo llega a aprobarse tal cual había sido promovida. El 97% restante son modificaciones legislativas que hacen los senadores o congresistas, además de las propias leyes que impulsan estos mismos agentes”, matiza Salido, que pone como ejemplo la ambiciosa ley sanitaria de Obama que no se aprobó como pretendía el presidente.
Una idea que también comparte Javier Redondo, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid y autor del libro Presidentes de Estados Unidos. “Separaría las sacudidas bursátiles del color político, a pesar de que las tres grandes crisis han sido bajo gobiernos republicanos: la de 1873 en el mandato de Ulysses S. Grant, provocada por la corrupción política y los monopolios que llevaron a la quiebra a a la Northern Pacific Railway y al banco Jay Cooke & Company, el crac de 1929 con Hoover y la última recesión con Bush hijo”
Sea como fuere, los grandes inversores apuestan porque Hillary Clinton alcance la Casa Blanca. Warren Buffet, George Soros, Tim Cook nunca pierden... o sí. La respuesta llegará el martes.