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David Zorrakino - Europa Press

La vuelta a los confinamientos para hacer frente a la segunda ola del Covid-19 ha provocado que en noviembre la actividad empresarial de la zona euro haya sufrido una intensa desaceleración, decayendo a mínimos de mayo. El deterioro de los resultados fue generalizado, aunque las medidas afectaron más intensamente al sector servicios.

Concretamente, el Índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, elaborado por la consultora Markit, se desplomó de 50 alcanzado en octubre a 45,1 en noviembre. Con excepción de los declives observados en los dos primeros trimestres de este año, la lectura media del índice PMI de 47,6 en el cuarto trimestre hasta la fecha es la más baja desde el último trimestre de 2012 (durante la crisis de la deuda de la región) e indica un intenso declive del PIB.

El crecimiento de la producción manufacturera solo se ralentizó en noviembre hasta mínimos desde el comienzo de la recuperación del sector en julio pasado, vinculado a una pronunciada ralentización del crecimiento de las carteras de pedidos, la actividad en el sector servicios se redujo por tercer mes consecutivo y el ritmo de declive se ha acelerado intensamente, hasta alcanzar su máxima desde mayo pasado.

Los volúmenes de nuevos pedidos recibidos aumentaron en el sector manufacturero al ritmo más lento registrado en los cinco últimos meses, mientras que los nuevos pedidos recibidos en el sector servicios se desmoronaron a un ritmo que no se había observado desde mayo pasado. Las empresas de hotelería, viajes y atención al público señalaron una demanda especialmente débil debido a las medidas adicionales implementadas por varios gobiernos de la región para intentar contener la segunda oleada de infecciones por el virus.

Por su parte, el empleo se redujo en la zona euro en su conjunto por noveno mes consecutivo y el ritmo de recorte de empleo se mantuvo sin cambios en la mínima pos-pandemia registrada en octubre. Se observaron recortes de empleo tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, aunque el sector industrial indicó una atenuación del ritmo de pérdida de empleo mientras que el ritmo de recorte de las plantillas del sector servicios fue más intenso.

Por lo que respecta al futuro, las expectativas empresariales para los próximos doce meses casi se recuperaron completamente de la caída observada en octubre hasta situarse en segundo lugar tras la máxima de febrero pasado. El sector industrial fue especialmente optimista, puesto que sus expectativas aumentaron hasta máximos desde marzo de 2018. Sin embargo, los proveedores de servicios también han indicado un mayor optimismo acerca de los próximos doce meses, atribuido generalmente a las noticias alentadoras en torno al desarrollo de una vacuna en los próximos meses.

Por países, se han observado diferentes tendencias en la región y, una vez más, Alemania fue contra la corriente de desaceleración generalizada. El Flash del índice PMI de Francia decayó de 47,5 a 39,9 e indicó el tercer mes consecutivo de declive de la actividad empresarial y la caída más abrupta desde mayo pasado, actuando como un lastre importante para la región en su conjunto. Un tercer mes de declive, cada vez más rápido, de la actividad en el sector servicios se vio acompañado de una desaceleración de la producción industrial por primera vez desde mayo pasado.

Por el contrario, la actividad total siguió expandiéndose en Alemania, a pesar de que el Flash de su índice PMI Compuesto se redujo de 55 a 52, registrando la expansión más débil desde que la recuperación comenzó en julio pasado. Aunque el crecimiento de la producción manufacturera se atenuó, siguió entre los niveles más altos observados en la historia del estudio. No obstante, la actividad del sector servicios se redujo por segundo mes consecutivo, contrayéndose al ritmo más intenso desde mayo pasado.

En el resto de los países, la actividad total se redujo por cuarto mes consecutivo y el ritmo de declive fue el más rápido desde mayo de 2009 (con excepción del reciente derrumbe observado entre marzo y junio). La casi paralización del crecimiento de la producción manufacturera fue exacerbada por una caída cada vez mayor de la actividad del sector servicios, que llevó al Flash del Índice PMI Compuesto a descender de 47,2 a 42,4.

Mientras tanto, el empleo aumentó en Alemania por primera vez desde febrero pasado, y en Francia se registró el menor número de pérdida de empleo desde el brote de la pandemia. Sin embargo, los recortes de empleo se intensificaron en el resto de la región en su conjunto, hasta alcanzar su máxima caída desde junio.

La persistente necesidad de recortar las plantillas de nuevo fue vinculada al desarrollo de capacidad ociosa, indicado por una intensa reducción de los trabajos por completar. A falta de nuevos pedidos recibidos, los pedidos existentes se erosionaron a un ritmo no observado desde junio pasado, aunque los niveles de pedidos pendientes en el sector manufacturero registraron un aumento (impulsados por un intenso incremento de los pedidos por realizar en Alemania), pero este aumento fue contrarrestado por una tasa más marcada de erosión en el sector servicios.

"La economía de la zona euro se ha vuelto a hundir en un intenso declive en noviembre en medio de renovados esfuerzos por detener la creciente marea de infecciones por la COVID-19. Los resultados aumentan las posibilidades de que la zona euro registre una nueva contracción del PIB en el cuarto trimestre", comentan desde Markit.

Añaden que, "una vez más, el sector servicios ha sido el más afectado, especialmente en las empresas de atención al público y hotelería, aunque la debilidad de la demanda también ha influido en el sector manufacturero. De todos modos, el sector industrial sigue siendo la estrella y las fábricas de Alemania continúan demostrando una resiliencia especialmente alentadora, impulsada por una nueva alza de la demanda".

Las firmas de los dos sectores encuestados también han indicado un mayor optimismo respecto de los próximos doce meses, que "refleja principalmente la creciente esperanza de que las recientes buenas noticias en torno a las vacunas permitan que la vida vuelva a la normalidad en el próximo año", destacan. No obstante, creen que "es importante observar que la nueva desaceleración de la economía en el cuarto trimestre representa un contratiempo significativo para la salud de la región y prolonga su periodo de recuperación. Después de una contracción del PIB de 7.4 % en 2020, prevemos tan solo una expansión de 3,7% en 2021", concluyen.

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