El mercado residencial va recuperándose poco a poco de la crisis del Covid-19. Durante el confinamiento, muchas personas aplazaron su decisión de comprar o alquilar una vivienda, originando una demanda embalsada que ya está aflorando. De hecho, el 60% de quienes retrasaron la búsqueda de un piso tienen previsto retomarla durante este año y el próximo, según una encuesta realizada por Básico Real Estates.
Todavía hay un 40% que se muestra reticente, pero estos datos demuestran que el estado de alarma solo ha supuesto un pequeño paréntesis para las familias, un colectivo que no se encuentra tan endeudado como durante la recesión de 2008. Tanto es así que el 18% retomó su decisión de comprar o alquilar nada más terminar el estado de alarma, mientras que el 19% iniciará la búsqueda después del verano y el 23% esperará hasta el próximo año.
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Solvia lo tiene claro: comprar vivienda nueva para alquilar es la inversión más rentableTras entrevistar a más de 25.000 hogares españoles que estaban buscando una nueva vivienda entre enero y abril, Básico Real Estates ha concluido que la demanda embalsada suponía un 40%. Llama la atención que, pese a la dureza de la crisis del coronavirus, el 46,6 % mantuviera el interés por cambiar de casa y solo un 13,4% suspendiese su decisión.
La principal causa para aplazar la decisión fue la incertidumbre (43,2%), seguida por el descenso en los ingresos (30,6%) y la posible bajada de los precios (25,4%). No obstante, existen grandes diferencias en este último punto, ya que en el mercado del alquiler supone solo el 18,3%, mientras que en el de compra este porcentaje se eleva hasta el 28,4%, a pesar de que los expertos ya han advertido de que no va a haber tiempo para esperar grandes ajustes en los precios.
Todos estos datos refuerzan el optimismo que vivía el sector inmobiliario a principios de mayo, cuando todavía estaba vigente el estado de alarma. Por aquel entonces, multitud de expertos insistieron en varias teleconferencias en que se iba a producir una rápida recuperación porque los inversores estaban esperando con el dinero en la mano y, simplemente, iban a posponer su decisión hasta que exista un entorno económico razonablemente controlado.
CAMBIAN LAS PREFERENCIAS DE VIVIENDAS
Eso sí, el confinamiento ha provocado un cambio radical en las preferencias de los compradores, que ahora buscan casas más amplias y ubicadas a las afueras de las grandes ciudades. Siguiendo con la encuesta de Básico Real Estate, un 21% de los hogares ha modificado su búsqueda a otro municipio e, incluso, el 11% está mirando en otra provincia. Con este cambio de ubicación persiguen mayor cercanía a zonas verdes, a centros sanitarios en el 81% y buenas comunicaciones con el lugar del trabajo.
Además, existe una clara tendencia a vivir en inmuebles con espacios más amplios y, como consecuencia del auge del teletrabajo, los compradores le dan gran importancia a disponer de una habitación para trabajar. Pero también se buscan viviendas con terraza o jardín y piscina, unos requisitos que importan, sobre todo, a las familias que van a comprar el inmueble.