La eficiencia energética de las viviendas es una de las asignaturas pendientes de España en su lucha contra el cambio climático. Se calcula que alrededor de 26 millones de casas pierden cada año más de 12.000 millones de euros por un mal acondicionamiento energético. ¿Qué reformas se pueden acometer en los hogares para revertir esta situación?
Una de las prioridades debe ser comprobar el aislamiento térmico. Sobre todo porque en una vivienda con ventanas de cierre hermético y doble cristal se ahorra hasta un 30% del gasto energético, según los cálculos de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). También es recomendable utilizar materiales aislantes en el suelo y las paredes. Disponer de todos estos elementos supondría un coste estimado de entre 2.000 y 3.000 euros.
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Cada vez hay más pisos de alquiler vacíos, pero los precios no paran de subirPor otro lado, desde UCI aconsejan evitar sistemas de calefacción de carbón o gasoil. En su lugar, lo más eficiente es emplear energías renovables como la geotermia, que puede ahorra entre el 40% y el 70% de la factura, aunque su coste oscila entre los 15.000 y 25.000 euros. Una opción más barata en la aerotermia, que permite economizar hasta un 75% de los recursos. En cualquier caso, depende de la ubicación y tipología del inmueble.
Respecto a la calefacción, cada vez son más comunes las viviendas con suelo radiante. Este sistema tiene una temperatura de impulsión de agua muy baja, de entre 30ºC y 45ºC, mientras que en los sistemas tradicionales de radiadores asciende a 70ºC o 75ºC. Por lo tanto, también contribuyen al ahorro energético y económico en los hogares.
Uno de los mantras del cambio climático siempre ha sido la utilización de las placas solares. Y en las viviendas no iba a ser menos. Es aconsejable instalar paneles fotovoltaicos, que son viables en la gran mayoría de los inmuebles españoles. Otras opciones son los de tipo térmico, que permiten la absorción del calor y son aptos para inmuebles situados en zonas de impacto directo del sol o altas temperaturas. El uso de cualquiera de estos sistemas permite que una sola vivienda reduzca en 18 toneladas la emisión de gases contaminantes.
También es primordial tener una buena iluminación, ya que una vivienda con una instalación eléctrica muy antigua supone un derroche tanto de energía como de dinero. De hecho, el alumbrado representa alrededor del 15% del consumo mundial de electricidad y el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este caso, instalar un sistema de electricidad moderno en un inmueble puede suponer entre 2.000 y 3.000 euros, para un piso de 100 metros cuadrados.
Por último, hay que analizar el consumo de agua caliente, que representa un 26% del consumo de los hogares. UCI aconseja evitar las calderas eléctricas. La mejor opción para los edificios de viviendas es instalar un sistema central de agua caliente, mientras que en los inmuebles independientes es preferible utilizar placas solares o un sistema de aerotermia. También se pueden emplear reductores de caudal y grifos de monomandos con termostato, que ayudan a economizar entre 30 y 200 euros en la factura del agua.