Las alarmas de recesión se disparan en Reino Unido. En agosto, las ventas minoristas se desplomaron más de lo esperado, con todos los sectores registrando caídas, algo que no ocurría desde julio de 2021. Algo que vuelve a dar muestra de que la crisis del coste de vida está reduciendo el gasto disponible de los hogares.
Según los datos publicados por la la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), los volúmenes de ventas minoristas cayeron un 1,6% en términos mensuales en agosto, lo que supone la mayor caída desde diciembre de 2021. "Todos los sectores principales -tiendas de alimentos, tiendas de no alimentos, venta al por menor fuera de tiendas y combustibles- cayeron durante el mes", destaca el comunicado.
"Los comentarios de los minoristas sugieren que los consumidores están recortando sus gastos debido al aumento de los precios y las preocupaciones sobre la asequibilidad", añade la ONS.
Aunque la inflación cayó por debajo del 10% el mes pasado, los hogares siguen lidiando con los mayores aumentos de precios desde principios de la década de 1980, provocados principalmente por el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
"La presión sobre el poder adquisitivo de los hogares debido a la alta inflación, junto con la baja confianza del consumidor, son dos razones probables de la debilidad minorista de agosto. Pero el anuncio del gobierno de un tope de precios en las facturas de energía de los hogares a partir de octubre debería aliviar tanto la restricción de ingresos como mejorar la confianza de los consumidores, lo que sugiere que las perspectivas para los minoristas no son tan sombrías como podrían haber sido", destacan en EY ITEM.
Para los analistas de Hargreaves Lansdown "existe la posibilidad de que estas cifras sugieran que Reino Unido ya está en recesión". Sin embargo, en Pantheon Macroeconomics esperan que las cifras de ventas minoristas de agosto "sean el punto más bajo de este año y que se evite por poco una recesión impulsada por el consumidor este invierno".