Las ventas del comercio minoristas de reino Unido cayeron en julio un 1,2%, más de lo esperado, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), que asegura que la facturación cayó "drásticamente" debido a que el mal tiempo afectó a la mayoría de los sectores, aunque "fue un mes particularmente malo para los supermercados".
"Los minoristas indicaron que el aumento del coste de vida y los precios de los alimentos continuaron afectando los volúmenes de ventas", añade.
Por sectores, los volúmenes de ventas de las tiendas de alimentos cayeron un 2,6%, mientras que en las tiendas no alimentarias se redujeron un 1,7%. Dentro de las tiendas de no alimentos, las tiendas de artículos para el hogar reportaron una caída mensual en el volumen de ventas del 3,8%.
En comparación con julio del año pasado, las ventas minoristas descendieron un 3,2%, a pesar de que los consumidores gastaron un 1,1%, lo que refleja el impacto de la inflación.
"El volumen de bienes comprados sigue siendo un 1,8% inferior al de febrero de 2020, antes del inicio de la pandemia, mientras que en términos de valor, las ventas minoristas totales son un 16,4% más altas. Esto refleja la dura realidad de que los consumidores tienen que gastar más libras para comprar menos artículos debido a la inflación", comentan en interactive investor.
Por su parte, en AJ Bell se preguntan si "este es un impacto único debido a la lluvia o si es una señal de que las presiones sobre los presupuestos familiares finalmente están comenzando a afectar en la medida en que la lógica sugiere que deben hacerlo en algún momento". "El único lado positivo de las débiles ventas minoristas es un punto de datos que puede reducir algo de presión sobre el Banco de Inglaterra (BoE) en lo que respecta a los tipos de interés", dicen.
De cara al futuro, en Pantheon Macroeconomics piensan que la renta disponible real de los hogares aumentará con fuerza. "Los aumentos mensuales de los salarios superarán los aumentos de precios en el tercer y cuarto trimestre, ya que los precios de la energía retroceden y la tasa de aumento de los precios de los alimentos y los bienes básicos se desacelera, en línea con los precios al productor". En total, "creemos que el gasto real de los hogares aumentará alrededor de un 1,5% interanual en el cuarto trimestre y las ventas minoristas seguirán una tendencia similar".
