El dato de ventas minoristas de diciembre en Estados Unidos ha sido mucho peor de lo esperado. Los analistas esperaban una subida del 0,2%, pero han sufrido una bajada del 1,2%, lo que supone su mayor retroceso mensual desde septiembre de 2009, justo cuando la economía estadounidense comenzaba a salir de la recesión.
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Dejando a un lado los automóviles, las ventas disminuyeron un 1,8%, también muy por debajo del 0,1% previsto por el consenso del mercado. Si además se excluye la gasolina, los materiales de construcción y los servicios de alimentos; la caída de las ventas ha sido del 1,7%, de acuerdo con los datos del Departamento de Comercio estadounidense. En este último caso, los expertos preveían un repunte del 0,4%.
Estas cifras alimentan las dudas sobre el crecimiento mundial, que aunque aún está lejos de llegar a una recesión, si se observa debilidad. Por otro lado, el nefasto dato en el consumo estadounidense afecta al dólar, ya que el euro gana posiciones durante la sesión de este jueves y se cambia por 1,1298 dólares.
La inesperada bajada de las ventas minoristas también se achaca al cierre de Gobierno, el más largo de la historia del país norteamericano. Durante 35 días, la Administración estadounidense se mantuvo paralizada y los cerca de 800.000 funcionarios no percibieron dos de sus pagas, lo que minó su poder adquisitivo.