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Las últimas actas del Banco Central Europeo (BCE) publicadas muestran que varios miembros hubieran preferido una subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos en la reunión de mayo, en logar de los 25 puntos básicos que se aprobaron, justificando "una acción más decisiva para mover los tipos a un territorio lo suficientemente restrictivo para garantizar un regreso oportuno de la inflación al objetivo".

"Varios miembros expresaron inicialmente su preferencia por aumentar los tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos en vista de los riesgos para las perspectivas de inflación que plantean las continuas sorpresas al alza y la inflación prevista por encima del objetivo durante al menos cuatro años", señala el texto.

Además, "la resiliencia de la economía de la zona euro y la disminución de los riesgos de recesión, junto con el aumento de las presiones sobre los precios y los salarios, sugerían que era poco probable que la inflación subyacente se desacelerara lo suficientemente pronto, lo que aumentaba los riesgos de desanclaje de las expectativas", añaden las actas.

No obstante, la mayoría de estos miembros indicaron que podrían aceptar el aumento de 25 puntos básicos anunciado por la presidenta del organismo, Christine Lagarde, al considerar que esta decisión lograba el equilibrio adecuado entre satisfacer la necesidad de nuevos aumentos de tipos y dar cuenta de la elevada incertidumbre sobre la velocidad y la fuerza de la transmisión de la política monetaria.

Sin embargo, la comunicación del BCE debería transmitir un claro "sesgo direccional" para subrayar que, sobre la base de las perspectivas actuales, estarían justificados nuevos aumentos de los tipos de interés para devolver la inflación al objetivo y evitar que un aumento menor de los tipos se malinterprete como señalando la perspectiva de una pausa en el actual ciclo de alzas.

En general, la decisión del BCE se acuerda al opinar que un incremento menor que los decididos desde julio de 2022 permitiría al Consejo de Gobierno seguir subiendo los tipos durante más tiempo si las presiones inflacionarias subyacentes persistían o incluso se fortalecían durante el verano, "hasta que hubiera evidencia suficientemente sólida de que un giro se había alcanzado ese punto y la inflación retrocedía a un ritmo adecuado".

En la reunión del pasado 4 de mayo se concluyó que la reducción del tamaño del incremento de 50 a 25 puntos básicos podría estar justificada por dos razones principales. En primer lugar, se había recorrido un terreno sustancial hasta el momento, ya que el Consejo de Gobierno había aumentado los tipos en 350 puntos básicos durante nueve meses, "lo que implicaba que se estaban acercando a su destino, aunque todavía no estaban allí". En segundo lugar, el menor aumento de tipos también reflejó la incertidumbre sobre el impacto de las decisiones pasadas, con una gran parte de este impacto aún pendiente.

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