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La Unión Europea (UE) se encuentra entre la espada y la pared a nivel comercial. En un entorno donde la tensión entre EEUU y China no deja de crecer, desde el Viejo Continente han tomado partido por el bando estadounidense, un hecho que puede terminar pasando factura a las empresas comunitarias, principalmente a las del sector automovilístico.

Los vehículos eléctricos (VE) se están convirtiendo en una de las industrias clave de China, EEUU y Europa. Sin embargo, el gigante asiático ha tomado ventaja frente a sus pares y los subsidios gubernamentales a los fabricantes de este tipo de coches han hecho saltar todas las alarmas por el lado de los Veintisiete.

En las últimas semanas, la UE ha puesto en marcha una serie de políticas destinadas a "eliminar riesgos" del comercio con China.

"A principios de septiembre, la UE impulsó una Ley de Materias Primas Críticas, con el objetivo de garantizar que ningún tercer país proporcione más del 65% de cualquier material clave para la transición verde de la UE, y traer a casa la producción o extracción de litio y metales de tierras raras", explican desde Pantheon Macroeconomics.

Estas "tierras raras" son insumos imprescindibles para los vehículos eléctricos y las turbinas eólicas, por ejemplo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mencionó específicamente a China al anunciar la ley, e hizo referencia a que las tierras raras "pronto serán más importantes que el petróleo y el gas" y que la demanda de la UE de estos productos básicos se quintuplicará para 2030.

Tan solo unos días después, la cruzada comercial del Ejecutivo comunitario contra el gigante asiático subió de tono e inició una investigación sobre las importaciones de los coches eléctricos procedentes de China.

El objetivo es saber si el sector se está beneficiando de los subsidios estatales chinos y si estos podrían "causar daños económicos" a los productores de vehículos eléctricos de la UE.

"Los mercados mundiales están ahora inundados de coches eléctricos más baratos. Y su precio se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subvenciones estatales. Eso está distorsionando nuestro mercado y, como no aceptamos esta distorsión desde dentro, tampoco la aceptamos desde fuera", señaló Von der Leyen, en su discurso anual ante el Parlamento comunitario.

La investigación abarca a grandes compañías como BMW, BYD, Renault y Tesla.

"La UE también ha dado a conocer que llevará a cabo una evaluación de riesgos en cuatro de cada diez 'áreas tecnológicas críticas'. El anuncio no menciona explícitamente a China, pero está en el subtexto dado que es uno de los principales actores en estos campos", añaden desde la firma británica.

Las áreas son: tecnologías avanzadas de semiconductores, tecnologías de inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y biotecnologías.

¿FUNCIONARÁN LAS NUEVAS POLÍTICAS?

Este nuevo contexto marcado por legislaciones "proteccionistas" ha llevado a que los estrategas se pregunten por su efectividad.

"Dudamos que el objetivo de la UE de extraer tierras raras a nivel nacional sea factible; están fácilmente disponibles en toda la corteza terrestre, pero desenterrarlos es costoso e, irónicamente, altamente contaminante, por lo que es poco probable que los gobiernos europeos voten a favor", indican desde Pantheon Macroeconomics.

Además, opinan que, aunque poner el foco sobre China y las tierras raras está justificado, el hecho de centrar la atención también en otras materias primas críticas "no tiene explicación", ya que, según sus datos, la lista de materiales críticos incluye 34 productos básicos y, en valor, el año pasado China representó más del 65% de las importaciones de la zona euro de sólo cuatro de los 31 productos del listado.

"China es, por otro lado, clave para el mercado de vehículos eléctricos en Europa. Potencialmente, limitar la entrada de vehículos eléctricos fabricados en China a la UE o aumentar los aranceles que se les cobran va a ralentizar el progreso hacia el objetivo de cero emisiones netas", aseveran en la firma británica.

Paradójicamente, aranceles más altos también podrían perjudicar a los fabricantes de automóviles europeos, sobre todo si China toma represalias.

Las marcas europeas representaron casi una cuarta parte de las ventas de vehículos eléctricos en China en 2022, y el Ministerio de Comercio de China ya ha definido la investigación de la UE como un "acto proteccionista descarado".

"Sería más inteligente que la UE se centrara en desarrollar el sector nacional de vehículos eléctricos, incentivando a las marcas europeas a construir en Europa, aunque esto requerirá una inversión significativa y tomará tiempo, sobre todo porque Europa está muy por detrás en lo que respecta a la capacidad de fabricación de vehículos eléctricos, de las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, o dar incentivos a los consumidores para que compren vehículos eléctricos de producción nacional", concluyen en Pantheon Macroeconomics.

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