Luigi di Maio ha presentado esta tarde su renuncia como líder del Movimiento 5 Estrellas arrastrado por las críticas internas y la deserción en los últimos meses de una veintena de parlamentarios de su partido. La marcha del máximo responsable de la formación anti-establishment se produce en un intento de detener la crisis que ha puesto en jaque la mayoría del Gobierno formado por el M5S y el Partido Demócrata, que preside Giuseppe Conte.
La incertidumbre amenaza de nuevo a Italia al confirmarse la marcha de Di Maio. Como apuntan varios expertos, la decisión pesaría sobre la frágil coalición, que se ha visto envuelta ya en diversas polémicas y enfrentamientos por temas como los impuestos o la reforma judicial. La convulsión en el seno del M5S, que puede sufrir una importante derrota en las elecciones regionales del próximo domingo en Emilia-Romaña y en Calabria, son una señal de que las posibilidades de que se adelanten las elecciones este año van en aumento.
No obstante, no se espera que su renuncia haga caer al Gobierno, pero sí pondría aún más en evidencia las profundas divisiones en el seno del Movimiento 5 Estrellas, que es el más grande de la coalición gobernante y que se ha visto afectado por las deserciones y por la caída en las encuestas. Y es que aunque el M5S obtuvo el 32,7% de los votos en las elecciones de 2018, ganando 227 de los 630 escaños del Parlamento italiano, desde entonces su popularidad ha caído en picado y los últimos sondeos dan al partido un respaldo del 15,9%.
Di Maio, que también es ministro de Exteriores, se ha reunido este miércoles con los ministros de su partido y, ya por la tarde, con los miembros del M5S, y tras estos encuentros ha anunciado su marcha como líder del M5S pero no como ministro.
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El Gobierno de Italia aprueba el presupuesto para 2020 sin el aumento del IVALos rumores apuntan a que o bien Vito Crimi, un importante diputado del partido, o el Ministro de Justicia Alfonso Bonafede podrían convertirse en el líder provisional del Movimiento 5 Estrellas, según el periódico La Stampa.
El primer ministro Giuseppe Conte ha dicho que respetaría cualquier decisión que tomase su ministro de Relaciones Exteriores. "Estoy seguro de que lo hará con gran responsabilidad", ha señalado en una entrevista con la radio italiana RTL, declinando hacer más comentarios al respecto. Por su parte Nicola Zingaretti, líder del Partido Demócrata, se ha negado ha hablar de la inminente renuncia de Di Maio, ha informado la agencia de noticias Ansa.
Según los expertos de Rabobank, la marcha de Di Maio no tiene que acabar necesariamente en nuevas elecciones. "Ninguno de los dos partidos de la coalición de Gobierno tiene grandes incentivos para convocar elecciones anticipadas", al calor de los resultados que anticipan las encuestas. El Partido Demócrata cosecharía un 18,9% de los votos (frente al 18,8% de los anteriores comicios), mientras que el M5S tendría que conformarse con el 15,9% (en las últimas elecciones logró un 32,6%). La Liga, por su parte, ganaría con un 32% de los votos (en 2018 fue respaldado por el 17,3% de los votantes)
"El mayor perdedor si hay nuevas elecciones sería el M5S y el mayor ganador sería la Liga, mientras que el PD más o menos no vería ningún cambio", dice Rabobank, que no cree que el Partido Demócrata "pueda cooperar con la Liga nunca".
TRAYECTORIA DEL M5S
El Movimiento 5 Estrellas formó coalición inicialmente con la Liga de Matteo Salvini, un partido de extrema derecha con el que tenía pocas cosas en común. Sin embargo, ante los numerosos desencuentros que culminaron con la marcha de Conte, tras promover la Liga una moción con la que buscaba el adelanto electoral, el M5S sorprendió al aliarse con el Partido Demócrata (PD) de izquierda el pasado mes de septiembre, atajando así la posibilidad de una nueva cita en las urnas.
Di Maio se mostró entonces algo escéptico sobre la posibilidad de unirse al PD pero, con muchos de los legisladores de su partido en contra de unas nuevas elecciones, al final fue persuadido por el fundador del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, para que accediese a la coalición.
Desde entonces las tensiones dentro del M5S no han hecho más que aumentar, alimentadas aún más por la percepción de que Di Maio no ha logrado compartir el poder fuera de su círculo íntimo de asesores. Los críticos arremetían contra su estilo de liderazgo autocrático, al haber asumido los cargos de ministro de Relaciones Exteriores y líder del partido al mismo tiempo.