trump xijinping dan la mano

Donald Trump ha rebajado este jueves las expectativas del mercado de que EEUU y China sellen un acuerdo comercial esta misma semana. Aunque las delegaciones de ambos países se reúnen desde este miércoles en Washington y el presidente estadounidense reconoce que las negociaciones "van bien", ha dicho que no habrá acuerdo hasta que se reúna personalmente con el mandatario chino Xi Jinping.

Lo ha hecho, como suele ser habitual en él, a golpe de tuit. Este jueves Trump ha publicado varios mensajes en su perfil personal de Twitter, coincidiendo con su reunión con el viceprimer ministro chino Liu He, en los que explica cómo van las negociaciones con China. "La reunión va bien, con buenas intenciones y buen espíritu en ambas partes", ha remarcado el presidente de EEUU, que no obstante ha dicho que "no se llegará a un acuerdo final hasta que mi amigo el presidente Xi y yo nos reunamos en un futuro próximo para debatir y acordar algunos de los puntos más difíciles".

Trump reconoce que la "transacción", como él llama a la reunión de los negociadores de China y EEUU, está "muy completa", y dado que el gigante asiático "no quiere un aumento de los aranceles y cree que les irá mucho mejor si llegan a un acuerdo", espera que todo se solvente de forma que los dos países queden contentos.

"Los representantes de China y yo estamos tratando de hacer un trato completo, sin dejar nada sin resolver encima de la mesa", ha explicado Trump en los mencionados mensajes, en los que afirma que se están discutiendo "muchos problemas" y que "es de esperar que se resuelvan". La duda es cuándo, porque el presidente de EEUU solo explica que los aranceles sobre China aumentarán al 25% el 1 de marzo, por lo que están trabajando "duro" para "completar el acuerdo para esa fecha".

Sea como sea, los expertos lo tienen claro: las consecuencias de retrasar aún más el acuerdo serían preocupantes. Desde Think Markets defienden que "si Estados Unidos y China no resuelven su situación, las cosas sólo van a empeorar a partir de ahora". Sobre todo porque los mercados permanecen muy atentos a lo que ocurra. Así lo creen los expertos de Berenberg, que apuntan que parece que todo se reduce a que "si las negociaciones conducen a un anuncio de que la imposición de aranceles más altos está fuera de la mesa o ha sido pospuesta, entonces la reducción de las tensiones comerciales debería levantar los mercados; y si las negociaciones parecen estancarse y se percibe que las tensiones comerciales persisten, es probable que los mercados se desilusionen y desciendan".

Sin embargo, las negociaciones entre EEUU y China "son mucho más complejas" y abarcan toda una gana de cuestiones que en comparación hacen que las negociaciones sobre aranceles parezcan "sencillas y bastante fáciles", dice Berenberg. Y es que ambos países negocian estos días sobre algunos temas complejos: el tratamiento de la propiedad intelectual; las prácticas de inversión, incluido el requisito de China de que las empresas extranjeras entreguen la propiedad intelectual a empresas mixtas chinas y la propiedad minoritaria obligatoria de las empresas conjuntas; la seguridad cibernética y las cuestiones relacionadas con la piratería informática; los flujos de capital transfronterizos y el sistema bancario cerrado de China; y la forma de supervisar y hacer cumplir nuevos acuerdos.

El mero hecho de que ambas partes sigan reuniéndose y negociando es un progreso, pero los mercados ansían la llegada formal del acuerdo que podría tardar aún semanas en producirse. Berenberg ya vaticinaba lo anunciado este jueves por Trump: "A la luz de la amplitud de las cuestiones que se debaten, parece poco probable que se llegue a un acuerdo general para el final de las reuniones de esta semana".

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