trumpjuncker
Jean-Claude Juncker y Donald Trump

Con la Casa Blanca como escenario de fondo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ven las caras este miércoles con la guerra comercial por los aranceles impuestos al acero y al aluminio como tema inevitable y con el sector automovilístico europeo como uno de los principales afectados. Trump ha dicho que está "listo" para negociar la eliminación de todos los aranceles, pero no espera que la UE lo haga.

La tensión entre ambos mandatarios es evidente después de que recientemente Trump calificara a la Unión Europea (UE) como "enemiga" y que Juncker asegurara que no se va a quedar callado ante estas "provocaciones". Pero las tiranteces entre ambos territorios vienen de antes.

En los primeros meses del año el mandatario de Estados Unidos prometió, durante una reunión con representantes de la industria estadounidense, reconstruir los sectores del aluminio y del acero mediante la imposición de aranceles del 10% y el 25%, respectivamente. Ante esto, Europa no se quedó quieta y tras amenazar a Estados Unidos, y visto la pasividad de éste, decidió pasar a la acción y pagar con la misma moneda.

Bruselas preparó un listado con productos estadounidenses (whisky, tabaco, vaqueros) a los que poder imponer impuestos arancelarios y cuyas exportaciones equivaldrían a más de 6.000 millones de euros, cantidad similar al gasto que provocarían los aranceles de Estados Unidos. Algo a lo que Trump finalmente reaccionó y decidió dejar fuera de esta medida a la UE. Pero poco duró este respiro, ya que Trump anunció el pasado mes de junio que decidía seguir adelante con sus medidas proteccionistas. La respuesta de Bruselas, que valoró las pérdidas en 6.400 millones de euros, fue la imposición a su vez de aranceles por un valor similar a gran parte de la lista de productos de EEUU.

Desde entonces y hasta hoy los tira y afloja no han cesado. Y no solo con Europa. Otros países como China, México o Canadá también han tenido que hacer frente a las medidas proteccionistas del presidente estadounidense. En total, la ofensiva contra EEUU podría suponer unos 68.700 millones de dólares.

¿QUÉ SE ESPERA DE LA REUNIÓN?

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, afirmó en declaraciones a los medios esta misma semana que hay "pocas razones para ser optimista" ya que "en estos momentos es complicado" que EEUU y Europa vuelvan a negociar la imposición de aranceles. Maroto cree que "la interlocución con Trump está en un punto de no retorno", aunque celebra que el objetivo de Juncker sea abrir "cauces de diálogo" con la administración norteamericana, algo "bueno para todos". Además, garantiza que el Gobierno de España va a "acompañar" este esfuerzo porque "es importante para los intereses de las empresas españolas".

Por su parte, el Gobierno estadounidense indicó en un comunicado referente a este encuentro que "los dos líderes discutirán un amplio rango de prioridades, incluidos la política exterior y de seguridad, la lucha antiterrorista, la seguridad energética y el crecimiento económico" y "se centrarán en la mejora del comercio transatlántico y en forjar una alianza económica más fuerte".

Es más, Trump ha publicado horas antes de la reunión en Twitter que espera negociar un acuerdo con la UE para eliminar todos los aranceles y barreras al libre comercio. "Estamos listos" para negociar, aunque "ellos no lo harán", ha escrito.

Mientras tanto, Juncker no ha querido pronunciarse sobre la reunión antes de que ésta se celebrara, aunque sí que quiso dejar claro hace unos días que los esfuerzos de Trump para intentar "dividir a los europeos" en torno a la política comercial y su "esfuerzo" para "bilateralizar" relaciones con países europeos "no va a servir de nada" ya que "la UE y su mercado único son una unidad indivisible".

Los analistas muestran sus dudas sobre la esperanza de que este encuentro pueda aportar alguna solución al conflicto. De hecho, desde Oxford Economics aseguran que son "muy escépticos" a la hora de pensar que la visita de Juncker a Trump vaya a aliviar las tensiones y siguen pensando que EEUU terminará imponiendo aranceles a la industria automovilística europea.

Por su parte, los expertos de Berenberg son algo más positivos y creen que esta reunión "podría ser el comienzo de una nueva ronda de negociaciones" entre ambos territorios. Un punto de vista que comparten los analistas de Link Securities, quienes creen que este encuentro puede ser "productivo" y esperan que se alcance "un acuerdo satisfactorio" para las compañías automovilísticas.

EL SECTOR AUTOMOVILÍSTICO EUROPEO ES UNO DE LOS PROTAGONISTAS

En esta guerra comercial, uno de los sectores en los que está puesto el foco es el automovilístico. Juncker ha prometido que hará caso omiso a las amenazas por parte del presidente estadounidense de aplicar un impuesto a las importaciones de automóviles europeos "hasta que no circulen más Mercedes por la Quinta Avenida".

Si Trump cumple sus amenazas, la UE debería afrontar un paquete de aranceles del 20% sobre importaciones valoradas en 43.800 millones de euros, pero el embajador de EEUU en Alemania aseguró que dejarían fuera de estos aranceles a los fabricantes de automóviles. Unas declaraciones que parece que no han relajado el ambiente. Los expertos de Steinberg dicen que la situación “va a ir a peor” y auguran una mayor escalada arancelaria en los próximos meses.

Por su parte, desde Rabobank creen que este hecho podría afectar a toda la industria de la Eurozona, lo que a su vez aumentaría la tasa de paro y haría que el clima de confianza empeorara. Por todos estos asuntos, los analistas de CMC Markets consideran que "debería ser una reunión interesante".

Juncker y Trump "tratarán de llegar a un acuerdo sobre los aranceles al sector automovilístico", o eso al menos es lo que esperan desde Renta4, donde califican esta reunión como "relevante, en tanto en cuanto un acuerdo de rebaja o supresión total de aranceles se interpretaría como un claro alejamiento de las probabilidades de guerra comercial, con la consiguiente recuperación de sectores muy castigados como el de autos".

Si finalmente este posible acuerdo se hace realidad, "podríamos ver cómo las acciones europeas de automóviles, como la alemana Volkswagen y BMW, se recuperan después de un desempeño débil durante la mayor parte de este año", auguran desde Capital Index.

Noticias relacionadas

contador