• Donald Trump y Xi Jinping acuerdan que "iniciarán negociaciones bilaterales sobre diversos asuntos de interés mutuo"
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Después de la carta que el presidente de los EEUU, Donald Trump, envió a su homólogo chino, Xi Jinping, en la que le transmitió su deseo de “trabajar juntos”, la maquinaria diplomática de ambos países ha dado un nuevo paso en el deshielo de las relaciones entre la nueva Administración de EEUU y Pekín. Lo dos líderes han mantenido una “larga” conversación telefónica en la que Trump ha respaldado la política de "una única China”.

Este giro de 180 grados en la Administración Trump supone un impulso diplomático para Pekín en la preponderancia sobre su vecino Taiwan. En diciembre, el mismo presidente republicano había provocado fricciones entre los dos países sobre la llamada política de “una única China”, por la que se considera a Taiwán como parte del gigante asiático en sus relaciones con Washington. En esa ocasión, mantuvo conversaciones con el presidente de Taiwán y señaló que EEUU no tenía que atenerse a esta política.

Donald Trump ha acordado ceñirse al status quo en las relaciones entre Pekín y Washington

LLAMADA TELEFÓNICA

Un comunicado de la Casa Blanca ha informado que durante la llamada, Donald Trump ha acordado ceñirse al status quo en las relaciones entre Pekín y Washington, a petición de Xi Jinping. El texto, además, explica que ambos líderes acordaron que “iniciarán negociaciones bilaterales sobre diversos asuntos de interés mutuo”.

En otro comunicado, las autoridades chinas han explicado que el líder de la potencia asiática aprecia que Trump haya decidido respetar la política de “una única China”. Según el texto, Xi ha declarado, tras la conversación, que “los Estados Unidos y China son socios cooperativos y a través de esfuerzos conjuntos podemos empujar las relaciones bilaterales a un nuevo máximo histórico”, informa Reuters.

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