Donald Trump vuelve a cambiar de objetivo. Tras una semana en la que el presidente estadounidense centró su mira mediática en la reunión del G7 y en la histórica cumbre con el líder norcoreano Kim Jong-un, el republicano vuelve a la carga contra China. Según adelantan varios medios estadounidenses, Trump ha aprobado la imposición de un paquete de aranceles por valor de 50.000 millones de dólares al gigante asiático que se hará público este viernes.
De este modo, Trump cumplió sus amenazas y no se dejó influenciar por aquellas voces que le advertían de que un ascenso de las tensiones comerciales podría descarrilar la relación entre ambas naciones, mientras Estados Unidos se encuentra en proceso de presionar a Corea del Norte para desmantelar su programa de armamento nuclear.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el secretario de comercio, Will Ross, y el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer acompañaron al presidente durante la toma de decisión, según aseguró la Casa Blanca este jueves, en unas declaraciones que no dejaron entrever la decisión final.
Hace apenas un par de meses, la Administración de Estados Unidos reveló una lista de 1.300 productos con valor de 50.000 millones de euros en importaciones chinas sobre las que basar sus amenazas. Y la información de la prensa estadounidense apunta a que este viernes será el día elegido para la publicación del nuevo catálogo.
