El Tesoro Público ha colocado este martes 1.355 millones de letras a tres y nueve meses, algo por debajo del rango medio previsto de 1.500 millones, y lo ha hecho cobrando menos a los inversores en ambas referencias, según los datos publicados por el Banco de España.
La demanda conjunta de las dos subastas ha superado los 6.200 millones de euros, muy por encima de lo finalmente adjudicado en los mercados, lo que demuestra que los inversores mantienen el interés por los títulos de la deuda pública española.
En concreto, en las letras a 3 meses el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 425 millones, por debajo de los 2.425 millones solicitados por los inversores, y el interés marginal ofrecido se ha situado en el -0,495%, menos negativo que el -0,580% de la subasta anterior celebrada el 10 de diciembre.
Los inversores mantienen el interés por los títulos de la deuda pública española
En el caso de las letras a 9 meses, el Tesoro adjudicó 930,20 millones de euros, frente a los más de 3.800 millones demandados por los mercados, mientras que la rentabilidad marginal se ha colocado en el -0,446%, también algo menos negativa que el -0,460% de la emisión previa de la misma referencia.
Tras la subasta de este martes, el Tesoro Público regresará a los mercados el jueves cuando celebrará otra emisión de bonos a tres y cinco años y de obligaciones a 30 años, con la que espera colocar entre 4.500 y 5.500 millones de euros.
Con las dos emisiones de esta semana concluirá el calendario de subastas previsto para el primer mes del año, y el Tesoro no volverá a testar de nuevo a los mercados hasta el mes de febrero. Para 2020, prevé realizar una emisión neta de deuda pública de 32.500 millones de euros, lo que supone un 7,1% menos respecto a la estrategia del año pasado, pero un 62,8% más respecto a los 19.960 millones finalmente emitidos a cierre de 2019.
La estrategia del Tesoro contempla una emisión bruta de deuda pública de 196.504 millones para este año, un 6,2% menos que la estrategia de 2019 y prevé obtener toda la financiación neta a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo. Además, el organismo prevé la emisión de su primer bono verde a 20 años en la segunda mitad del ejercicio.