photo d archives d un navire dans le port d aden dans le sud du yemen

La crisis del Mar Rojo está lejos de terminar. Los ataques de los hutíes contra los barcos que atraviesan la zona han llevado a las compañías de transporte marítimo de contenedores a desviar el tránsito por el Cabo de Buena Esperanza. Una ruta más larga y cara que ha disparado el temor a que impacte en la inflación. ¿Se harán realidad las preocupaciones?

"El Mar Rojo es un conducto crucial para el comercio entre Asia y Europa. Al pasar por él, los barcos normalmente pueden hacer el viaje de China a Europa en 30 a 45 días. Pero, si deben tomar el largo desvío alrededor del Cabo de Buena Esperanza, su tiempo de viaje puede aumentar de siete a 20 días", explican desde Berenberg.

Por ello, y a medida que los cargueros emprenden el viaje hacia el Cuerno de África, los precios se van incrementando.

"Por ahora, suponemos que los costos de envío en las rutas que normalmente utilizan el Mar Rojo se mantendrán en torno a sus niveles actuales durante al menos los próximos seis meses, pero existen riesgos en ambas direcciones y los precios pueden ser volátiles. Si los precios de los fletes siguen elevados, entonces una enorme proporción del aumento de los costos del transporte podría repercutir en los consumidores", comentan desde Oxford Economics.

Ante este escenario, desde la firma británica estiman que, aunque esperan que el impacto sobre la inflación sea pequeño, "pasará tiempo antes de que esto quede claro" por dos razones.

En primer lugar, indican que "es probable que la respuesta de los precios del IPC/IPP a un aumento de los precios del transporte marítimo impulsado por la demanda sea mayor que un cambio impulsado por la oferta".

No obstante, es difícil separar los cambios en los costes de envío impulsados ​​por la demanda y la oferta. "Los shocks de oferta puros y repentinos son relativamente inusuales. Los bloqueos del Canal de Suez causados ​​por barcos atascados ocurren, pero la interrupción dura días, no meses", matizan.

En segundo lugar, alegan que "incluso si se tienen en cuenta correctamente los efectos de los precios relacionados con la demanda, el impacto del aumento de los precios de los fletes en la inflación en general puede ser exagerado si no se tienen en cuenta adecuadamente otros shocks de oferta".

Los estrategas de Berenberg, por su parte, prevén "que una transferencia total del aumento de las tarifas de flete elevaría el nivel general de precios al consumidor en la eurozona en aproximadamente 0,4 puntos porcentuales. Sin embargo, el efecto real probablemente será de sólo 0,2 puntos porcentuales en los próximos tres meses".

La moderada demanda de los consumidores impedirá que algunas empresas trasladen plenamente los mayores costes de transporte a los consumidores. Además, consideran que el impacto puntual en los precios de los fletes no debería dar lugar a tasas de inflación permanentemente más altas.

Sin embargo, el miedo está latente entre los analistas. "Tememos que los componentes que actualmente impulsan a la baja la inflación, puedan enfrentarse a riesgos al alza, ya que las tensiones en el mar Rojo y en Oriente Medio no se han disipado y aún está por ver su impacto en los precios de los bienes y, posiblemente, de los alimentos. Algunos estudios apuntan a un impacto de entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales en la inflación subyacente por la duplicación del coste del transporte marítimo", pronostican Hugo Le Damany y François Cabau, economistas de AXA IM.

UN PROBLEMA DE DIFÍCIL SOLUCIÓN

Los ataques de los hutíes en el Mar Rojo son consecuencia de la guerra de Israel en Gaza. Los rebeldes, apoyados por Irán, ya han avisado que seguirán adelante con su ofensiva mientras los israelíes sigan "asesinando gazatíes".

Pero el fin de la contienda en Oriente Medio tampoco tiene visos de alcanzar una solución a corto plazo, a tenor las palabras de Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, que ha repetido hasta la saciedad que será una "guerra larga y difícil".

Y por si todo ello fuera poco, la respuesta de EEUU y sus aliados para mermar a los hutíes no está surtiendo efecto.

"Los ataques contra los hutíes no parecen una forma viable de poner fin a los ataques del Mar Rojo: eliminar permanentemente las capacidades de ataque de los hutíes sería difícil. La escala requerida de ataques aéreos podría ser mayor que la que Estados Unidos y otras fuerzas están dispuestas a aprobar y, incluso si se lograra, los hutíes podrían rearmarse. Mientras persista la amenaza de ataque, los viajes a través del Mar Rojo seguirán siendo inferiores a lo normal", afirman desde Oxford Economics.

IMPLICACIONES PARA LOS BANCOS CENTRALES

La tensión en el Mar Rojo pone de manifiesto que el camino para devolver la inflación al 2%, objetivo de los bancos centrales, no será fácil.

Con todo, desde la firma británica mantienen su previsión de que la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra (BoE) empezarán a recortar los tipos en mayo y que el Banco Central Europeo (BCE) comenzará un mes antes, aunque reconocen que la incertidumbre y las implicaciones de la crisis que se vive en la zona pueden retrasar las bajadas una reunión.

"Si bien nuestras previsiones de inflación base apenas cambian por el shock, existe mucha incertidumbre en torno a los efectos probables. Esta incertidumbre podría, en última instancia, llevar a los bancos centrales a retrasar los recortes de tipos para tener más información sobre los impactos inflacionarios", indican los expertos.

A este respecto, y en relación con Europa, el IPC de enero se ha moderado hasta el 2,8% y la inflación de los servicios se mantiene más estable, en el 4%, por tercer mes consecutivo. "Creemos que esto no hará sino reforzar la dependencia del BCE hacia los datos, en particular sobre los precios de los servicios y los datos salariales, sin perder de vista otros componentes sometidos a riesgos al alza por las tensiones en Oriente Medio", enfantizan en AXA IM.

Sin embargo, los ataques del Mar Rojo son sólo uno de los muchos factores que las autoridades tendrán en cuenta en sus consideraciones. "Seguimos pensando que los recortes de tipos comenzarán a mediados de 2024", concluyen desde Oxford Economics.

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