Uno de cada cuatro europeos está pensando comprarse una casa en otro país, ya sea para mudarse o como inversión. España es el destino más popular, con un 14,7% de los que planean comprar o mudarse al extranjero considerándolo como una posibilidad. Nuestro país encabeza la lista de los de mayor edad, siendo el destino preferido por los europeos para jubilarse.
Así se desprende del informe sobre tendencias en vivienda en Europa elaborado por Remax Europa. Añade que casi una cuarta parte (24%) de estos está pensando en mudarse en los próximos 12 meses. Otra cuarta parte (27%) espera hacerlo en los próximos dos o tres años. Sin embargo, casi un tercio (30%) no piensa mudarse en los próximos cinco años, lo que sugiere que comprar una propiedad en el extranjero es una intención a largo plazo, tal vez un plan para la jubilación.
Los índices de movilidad residencial en Europa son elevados, ya que más de la mitad de las personas piensa mudarse en los próximos cinco años. Una de cada seis personas espera mudarse en los próximos 12 meses. Sin embargo, estas cifras ocultan claras diferencias por rangos de edad. Como era de esperar, los menores de 35 años tienen muchas más probabilidades de mudarse en los próximos cinco años, ya que dejan el hogar de los padres, empiezan la universidad o trabajan y buscan mudarse con amigos o parejas. Sin embargo, menos de una décima parte de las personas de 56 a 65 años piensa mudarse el próximo año.
En todos los grupos de edad, alrededor del 30% busca comprar un piso o apartamento. Solo el 14% de los jóvenes de 18 a 25 años quieren comprarse una casa unifamiliar, mientras que el 26% entre los de 36 a 45 años buscan más espacio para acomodar a su familia. La demanda de viviendas unifamiliares desciende entre los consumidores de más edad, ya que el 19% de los que tienen entre 56 y 65 años quieren una vivienda unifamiliar.
La demanda de alquiler a largo plazo de un piso o apartamento también es más alta entre los grupos de edad más jóvenes y mayores, según este informe. Algo menos del 15% de los jóvenes de 18 a 25 años y el 15% de los de 56 a 65 años buscan alquilar un piso durante al menos tres años. Solo uno de cada 10 de los que tienen entre 36 y 45 años quiere alquilar un apartamento por un período prolongado.
El aumento del coste de vida está influyendo de manera significativa en las decisiones de comprar viviendas en toda Europa, pero su efecto se percibe de manera muy diferente dependiendo del país. De los europeos que son más reacios a mudarse, en comparación con los de hace un año, un tercio (35%) informó que el aumento del coste de vida fue un factor clave en esta decisión.
Del mismo modo, entre los que ahora están más dispuestos a mudarse, en comparación con los del año pasado, casi una quinta parte (18%) también se ha visto influenciada por el aumento del coste de vida. Mientras que una parte significativa de europeos puede estar desanimada por el coste de mudarse, casi uno de cada cinco considera ahora que una mudanza es una forma de reducir las facturas del hogar a medio y largo plazo, quizás reduciendo el tamaño, trasladándose a una zona más barata o comprando una vivienda más eficiente a nivel energético. Del total de los encuestados, el 44% dijo que no planeaba mudarse en los próximos cinco años.
Así, los países donde el aumento el coste de la vida desanima a cambiarse de propiedad son: Turquía (47,3%), Israel (47,3%), Portugal (45,9%), Gales (45,1%) y Polonia (43,4%). Solo en Suiza el aumento del coste de vida tiene un impacto relativamente limitado en la predisposición de las personas a mudarse. En el caso de España, un 43% de los españoles participantes en este estudio sí que se plantean una mudanza con el fin de reducir costes.