El teletrabajo se consolida a nivel nacional e impulsa a la vez la intención de cambiar de vivienda. Según el Observatorio Aedas Homes, el nivel de deseo de cambio de casa entre los trabajadores en remoto -tanto propietarios como inquilinos- asciende a 6,8 puntos sobre 10, mientras que entre los que no teletrabajan la intención de adquirir una vivienda se sitúa en 5,8 puntos.
Junto al factor del teletrabajo, los que viven de alquiler (7,1) y los que buscan una casa sostenible (6,7) representan los otros grupos que muestran un mayor deseo de mudarse.
Poniendo el foco en los teletrabajadores, el nivel de deseo de cambio de casa de quienes trabajan un día a la semana desde su hogar crece hasta 7,6 puntos -medio más que en junio de 2021-, mientras que la intención de mudarse entre los entrevistados que teletrabajan dos o tres días se sitúa en 7 puntos.
Este nivel de deseo de cambio de casa se reduce a 6,4 puntos entre los que desarrollan su trabajo en remoto más de tres días a la semana, es decir siete décimas menos que en el anterior Observatorio (7,1), posiblemente, porque en los últimos meses hayan encontrado ya una casa preparada para teletrabajar y tienen claro que no volverán a un formato laboral fuera de casa.
"Quienes teletrabajan son cada vez más conscientes de la importancia de un espacio laboral a medida en sus casas fuera de las estancias habituales", afirma Jorge Valero, director de Data de Aedas Homes y responsable del Observatorio. "El teletrabajo se ha consolidado como una nueva necesidad a la que muchos no están dispuestos a renunciar, lo que está resultando decisivo a la hora de adquirir y comercializar una nueva vivienda, ya que la demanda valora más que nunca la existencia, por ejemplo, de despacho o de estancias comunes suficientemente amplias", añade.