Dudas y más dudas. Eso es lo que ha provocado la nueva norma de registro de la jornada laboral, que obliga a las empresas a instalar los sistemas necesarios para que los trabajadores puedan 'fichar' y evitar así el fraude de las horas extra. Sin embargo, los expertos coinciden en que hay aún demasiadas cuestiones por resolver, como por ejemplo en lo referente al teletrabajo. Creen, de hecho, que puede ser un 'colador' para evitar el control de los inspectores.
En las últimas horas son muchas las voces que han apuntado que el teletrabajo puede ser el agujero que permita sortear la obligatoriedad del registro de la jornada, o de, al menos, hacerlo de una forma no tan rigurosa como pretende el Gobierno, que rechaza que esta modalidad de trabajo no se pueda controlar, como han argumentado algunos empresarios.
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Directivos, autónomos y deportistas, entre las excepciones al registro de jornada"No tiene por qué seguir todo el mundo con la ficha en la boca, a fichar físicamente. Sabemos que existen las jornadas flexibles, sabemos que existe el teletrabajo, sabemos que existen personas que trabajan para una empresa española y a lo mejor están en China o en México", comentaba este lunes la ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, que aludía a que se ha establecido un sistema flexible para dar cobertura a modalidades como el teletrabajo que permite fichar telemáticamente.
El Ministerio ha publicado una guía sobre el registro de jornada para facilitar la aplicación práctica de la norma, en la que habla del teletrabajo y dice cuáles son las formas de controlarlo. El departamento que dirige Valerio cree que los registros telemáticos son la mejor opción (grabando los horarios de encendido y apagado de los dispositivos, cronometrando la actividad real del trabajador y las pausas), aunque deja claro que cada empresa va a tener libertad para ordenar su registro, por lo que también considera como opciones viables que el trabajador firme hojas con su jornada o que se usen instrumentos similares de autogestión del tiempo de trabajo, siempre que el empresario dé por buenas estas modalidades.
"Existen fórmulas asequibles que aseguran el registro de la jornada diaria, incluidas las especificidades o flexibilidad para su cómputo, a través de registros telemáticos o similares", insiste el ministerio en la mencionada guía, en la que remarca que sea cual sea la opción elegida no generará ningún "perjuicio de la capacidad de control y poder de dirección del empresario para asegurar la veracidad de la declaración unilateral del trabajador".
Aunque es precisamente esa libertad que se va a conceder a cada empresa para elegir la modalidad de control del teletrabajo la que, según los expertos, podría convertirlo en un 'colador'. Porque, como recuerdan aludiendo al famoso refrán, quien hizo la ley hizo la trampa.
¿ADIÓS AL TELETRABAJO?
Sin embargo, el Ministerio rechaza esta idea, y defiende el control de la jornada también en modalidades como el teletrabajo porque, como dice, no constituye ningún "impedimento" para su "continuidad o aplicación". Aunque los empresarios no lo ven igual. De hecho, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, señalaba este lunes que ahora esta prorrogativa con la que cuentan algunos empleados puede cambiar. "Esta medida va a afectar al trabajo indefinido y las pequeñas empresas empezarán a contratar por horas para evitar los controles", remarcaba.
Solo el tiempo dirá lo que ocurrirá con el teletrabajo tras la entrada en vigor de la nueva normativa, si sirve o no como agujero para que los empresarios eludan esta obligación y si hay picaresca a la hora de controlar la jornada laboral.