El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha decidido cancelar el mayor proyecto de infraestructuras en Reino Unido de las últimas décadas. Ante la espiral de costes que se han ido sumando, la construcción del tren de alta velocidad a Manchester prevista para unir la industria en todo el país no se llevará a cabo.
Conocido como HS2 (High Speed 2), estaba pensado para conectar Londres con Manchester. Sin embargo, ahora llegará hasta Birmingham. Diseñado desde 2010, inicialmente tenía un coste previsto de unos 33.000 millones de libras, pero se ha disparado hasta casi 100.000 millones de libras.
"HS2 es el ejemplo definitivo del viejo consenso: el resultado de un proyecto cuyos costes se han más que duplicado, cuyo argumento económico se ha debilitado enormemente con los cambios en los viajes post-Covid". "Lo correcto cuando los hechos cambian es tener el coraje de cambiar de dirección", ha dicho en su discurso durante la clausura de la Conferencia del Partido Conservador.
"No hay nada ambicioso en simplemente derrochar más y más dinero en el proyecto equivocado", ha añadido. "En su lugar reinvertiremos cada centavo".
La secretaria de Estado de Transporte en la oposición, Louise Haigh, ha criticado en la red social X el historial del primer ministro en proyectos de transporte: Sunak "era canciller mientras los costes del HS2 se disparaban. Recortó el presupuesto para baches, por lo que el retraso en el mantenimiento es el mayor registrado. ¿Por qué deberíamos creer en el norte que cumplirá todo lo que diga?", ha escrito.
Sunak, por su parte, se ha defendido asegurando que "se atacará la decisión que he tomado y la postura que estoy adoptando. La gente de nuestro propio partido se opondrá. Pero no hay nada a largo plazo en ignorar sus necesidades reales de infraestructura para gastar dinero en un proyecto. Continuar sería una abdicación del liderazgo. Ahora comenzaremos cientos de nuevos proyectos, grandes y pequeños, de autobús y ferrocarril, que cubrirán todo el país. Eso hará que cada región reciba más inversión de la que habría recibido".
Antes de las elecciones generales del próximo año, el primer ministro británico ha aprovechado su intervención para dar a conocer nuevas políticas destinadas a apuntalar el menguante apoyo a su partido que, tras 13 años en el poder, están 20 puntos por detrás del Partido Laborista en las encuestas, lo que aumenta el riesgo de una derrota.
En concreto, los sondeos sugieren que la opinión es que Sunak no está cumpliendo con sus cinco prioridades clave, que son reducir la inflación a la mitad, hacer crecer la economía, reducir la deuda pública, bajar las listas de espera sanitarias e impedir que pequeñas embarcaciones de migrantes lleguen al país.
