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Con la inflación de Reino Unido todavía muy por encima del objetivo del 2%, al Banco de Inglaterra (BoE) no le queda más remedio que seguir subiendo los tipos de interés en su encuentro de este jueves y dejar la puerta abierta a nuevos aumentos en las próximas reuniones. Ahora la duda es si su decisión será volver a subirlos en 50 puntos básicos o rebajar el tono y hacerlo en 25 puntos básicos. El mercado no lo tiene tan claro.

"Se pronostica que el Banco de Inglaterra suba los tipos por decimocuarta vez consecutiva este jueves, elevándolos a nuevos máximos de 15 años. Si bien se espera que el banco central eleve la tasa bancaria actual del 5% al ​​5,25%, todavía existe la posibilidad de que opte por un movimiento más agresivo de 50 puntos básicos", opinan en interactive investor.

En Bank of America tampoco descartan completamente nada. "Esperamos que el BoE se desacelere a un aumento de 25 puntos básicos, porque los datos sorprendieron menos al alza en el período previo a la reunión de agosto que antes de la reunión de junio". Sin embargo, matizan que "los datos clave no han sorprendido todos en la misma dirección y no podemos medir la sorpresa precisa al BoE, ya que no publicó previsiones actualizadas en junio".

Por lo tanto, "no podemos descartar que el BoE juzgue que los datos requieren otra subida de tipos de 50 puntos básicos, aunque creemos que es menos probable que en junio", dicen.

Los expertos de ambas firmas también coinciden en señalar que la decisión que finalmente se anuncie no se habrá tomado de manera unánime. Bank of America prevé división de votos: "Esperamos una votación dividida en tres partes, 1-7-1 (sin cambios, 25 y 50 puntos básicos). Vemos riesgos sesgados a un voto más agresivo". Por su parte, desde interactive investor ven "poco probable que la decisión del Comité de Política Monetaria sea unánime con los responsables políticos divididos sobre la medida en que el BoE necesita endurecer aún más la política monetaria para controlar la inflación".

Mientras tanto, en Berenberg también reconocen sus dudas sobre el movimiento que llevará a cabo el organismo británico. "¿Podría el BoE seguir el aumento de junio con una subida adicional de 50 puntos básicos esta semana?", se preguntan. "Si bien eso no es imposible, parece poco probable", responden.

"Habíamos acordado que un aumento de 50 puntos básicos en la reunión de esta semana era un riesgo claro y dependería de la inflación de junio. Pero después de esa sorpresa positiva, los mercados redujeron su apuesta de agosto a 25 puntos básicos. Sin ninguna buena razón para sorprender a los mercados esta vez, a diferencia de junio, creemos que las autoridades simplemente cumplirán con las expectativas del consenso", añaden los analistas.

Quienes sí parece que lo tienen claro son los expertos de BNY Mellon. Creen necesario otro movimiento de 50 puntos básicos para consolidar las ganancias recientes en el reanclaje y las expectativas de inflación. En su opinión, "el endurecimiento anticipado reduciría la cantidad total necesaria para eliminar la persistencia de la inflación". Y destacan que, entre los principales bancos centrales, el BoE probablemente sea el único que enfrenta las expectativas de una fase de aumento más prolongada debido a la inflación persistente en Reino Unido.

ORIENTACIÓN A FUTURO

"Esperamos un movimiento final de 25 puntos básicos en septiembre", vaticinan en Berenberg, que ven los tipos máximos en el 5,5%. "Sin embargo, después de pasadas sorpresas al alza de la política y la inflación, los riesgos siguen sesgados hacia una tasa bancaria máxima más alta", apuntan.

Sobre las decisiones que se puedan tomar por parte del BoE después de la reunión de agosto, comentan que, "con riesgos de dos caras para la trayectoria de la inflación a corto plazo, es probable que continúe adoptando un enfoque dependiente de los datos".

Como explican, "de manera crítica, a juzgar por la brecha entre las tasas hipotecarias ofrecidas y efectivas, probablemente menos de la mitad del ajuste del BoE que comenzó en octubre de 2021 se ha trasladado a la economía real hasta el momento. Por lo tanto, Reino Unido enfrenta muchos más meses de endurecimiento monetario por venir, incluso después de que los políticos dejen de subir la tasa bancaria. Esto es un argumento para que el BoE deje de subir mucho antes de que la inflación alcance su objetivo. El BoE pronostica un descenso apreciable ya en 2025, probablemente allanando el camino para fuertes recortes de tipos el próximo año, una vez que los formuladores de políticas se den cuenta de que se han endurecido demasiado", concluyen.

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