La morosidad se mantuvo estable en julio, en el 3,5%, sin cambios respecto a junio y en comparación con el 3,85% del mismo mes del año pasado, según los datos del Banco de España, lo que muestra que, al menos por el momento, la subida de los tipos de interés y la incertidumbre económica no han afectado.
Tanto los préstamos morosos como la cartera crediticia total han disminuido casi proporcionalmente, de esta forma la proporción se mantiene prácticamente constante con respecto al mes anterior y mejorando los niveles del primer trimestre.
"La morosidad sigue en una tasa sorprendentemente baja", destacan en Accuracy. "Es similar a la buena respuesta que está manteniendo el empleo, a la postre este factor puede estar influyendo en el mantenimiento de la capacidad de pago de los hogares", añaden.
Como explica Enrique Reina, socio de la consultora financiera y estratégica, tras registrar tasas negativas en el periodo desde 2006 hasta 2019, la tasa de ahorro de los hogares, medida en relación a su renta disponible, se situó en niveles positivos muy elevados en 2020 a causa del COVID. Si bien en 2022 registró niveles negativos muy moderados, en 2023 ha vuelto a territorio levemente positivo.
"Este ahorro embalsado podría estar ayudando a compensando a la pérdida de poder adquisitivo provocada por el aumento de la inflación y tipos de interés no compensada en aumentos salariales de igual magnitud".
A su parecer, también es clave entender que, a nivel agregado, con datos a marzo de Banco de España, el sector de entidades de crédito que operan en el país tenía un ratio de cobertura de exposiciones dudosas ligeramente superior al 42%, "lo que sumado a la tasa baja de morosidad deberían dar tranquilidad sobre la capacidad de resistencia del sector".
"Esto no exime de mantener la alerta, especialmente si el actual entorno de tipos se dilata en el tiempo y en particular si viniese acompañado de una previsible ralentización económica, en estas circunstancias podríamos ser testigos de un rápido ascenso de la morosidad que debería acompañarse de mayores provisiones por parte de la banca para no deteriorar su credibilidad en cuanto a solvencia", afirma.
Por su parte, desde Bankinter consideran que lo más importante es que el saldo de dudosos baja hasta 41.774 millones de euros en julio (-0,95% intermensual y -12,8% interanual), el nivel más bajo en cinco meses.
Creen que es una buena noticia porque no se aprecian síntomas de deterioro en la calidad crediticia a pesar de las subidas de tipos y la Inflación y la evolución del volumen de dudosos invita a pensar en un coste del riesgo/CoR bajo en el segundo semestre de 2023. De hecho, las provisiones por riesgo de crédito registran una caída del 9,8% en comparación con el mismo mes del pasado año.
Con esto, desde la entidad reiteran su apuesta estratégica por la banca española porque, en su opinión, disfruta de un buen momento en resultados, los fundamentales del sector son sólidos (exceso de liquidez y solvencia) y los múltiplos de valoración son atractivos. "Nuestras entidades favoritas son, por este orden: BBVA, Sabadell y Caixabank. Estas tres entidades tienen un peso destacado en nuestras carteras modelo de acciones".