"Las condiciones de financiación más estrictas y las condiciones macroeconómicas más débiles probablemente socavarán las ventajas competitivas de los bancos en la sombra sobre los bancos tradicionales en 2023, poniendo fin a varios años de crecimiento sólido". Así lo creen en S&P Global Ratings, donde aseguran que la subida de tipos hará que la banca en la sombra se desacelere tras varios años de crecimiento.
De hecho, creen que, si bien el estado del sector bancario en la sombra no es una fuente de presión de calificación para los bancos tradicionales globales en este momento, será un área de atención para 2023.
Como apunta el analista crediticio de S&P Global Ratings, Nicolas Charnay, "los bancos en la sombra que operan con alto apalancamiento, presentan descalces estructurales de liquidez o asumen un riesgo significativo en la calidad de los activos podrían enfrentarse a presiones financieras, especialmente si sus economías entran en recesión".
Según explican en un reciente informe, a pesar del notable progreso resultante de las iniciativas regulatorias desde la crisis financiera mundial de 2008-2009, algunos bancos en la sombra continúan operando con una transparencia y supervisión limitadas en comparación con los bancos tradicionales. Esto a menudo significa prácticas de gestión de riesgos menos prudentes y grandes pérdidas en momentos de mayor volatilidad del mercado.
Para los bancos tradicionales, los bancos en la sombra pueden ser competidores, socios o clientes cuyas dificultades influirán en el crecimiento de los ingresos y aumentarán los costes crediticios. Los bancos tradicionales también tienen una exposición directa del balance general a los bancos en la sombra, pero esto parece limitado en la mayoría de las jurisdicciones y, a menudo, está bien suscrito y garantizado.
"Más relevantes, en nuestra opinión, son los riesgos indirectos que plantea la quiebra de un gran banco en la sombra o un desapalancamiento generalizado del sector, dado el papel destacado de los bancos en la sombra como receptores de fondos de clientes y prestamistas de la economía real en algunos países", dicen.
A diferencia de los bancos tradicionales, los bancos en la sombra no pueden acceder a la financiación de emergencia del banco central en tiempos de tensión, "y no esperamos que los gobiernos utilicen los fondos de los contribuyentes para recapitalizar un banco en la sombra en quiebra "Esto significa que las autoridades públicas tienen herramientas limitadas para mitigar los riesgos de contagio, en caso de que se presenten", añaden.