- Las entidades afectadas son Alpha Bank, Eurobank Ergasias, National Bank of Greece y Piraeus Bank
- La agencia espera que incurran en default en menos de 12 meses si no hay acuerdo y estabilidad en la situación política en Grecia
Nuevo varapalo de S&P a Grecia. La agencia de rating ha recortado la calificación crediticia de cuatro importantes bancos griegos hasta la nota de 'CCC' desde 'CCC+'. Un escalón menos y la perspectiva negativa, igual que la deuda soberana a largo plazo. La decisión se basa en el riesgo de que el Ejecutivo no alcance un acuerdo con sus acreedores y pueda haber un default.
Grecia atraviesa por un momento complicado y la agencia de rating S&P lo está recordando con sus decisiones. Si el miércoles recortó la calificación crediticia de la deuda soberana hasta 'CCC' por el riesgo a un default, este viernes ha anunciado el mismo empeoramiento para la nota de cuatro bancos helenos ante la posibilidad que no se alcance un acuerdo entre el Ejecutivo de Syriza y los acreedores.
La rebaja refleja nuestra opinión de que los bancos griegos probablemente incurrirán en default dentro los próximos 12 meses, en ausencia de un acuerdo entre el gobierno griego y sus acreedores oficiales
Además, la agencia destaca que la posición de liquidez de los bancos griegos continúa deteriorándose debido a la salida de depósitos y a un mayor recurso a la Asistencia de Liquidez de Emergencia (ELA). La bajada del rating, como la deuda soberana griega, se produce para el largo plazo.
Los cuatro bancos que sufren esta disminución de la calificación crediticia de S&P son Alpha Bank, Eurobank Ergasias, National Bank of Greece y Piraeus Bank, las cuatro grandes entidades financieras del país. Además, la calificadora reitera la perspectiva negativa del rating de CreditWatch, colocada en enero.
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BONO BASURA
La nueva nota reafirma más si cabe la situación de bono basura para la deuda de estos cuatro bancos helenos. Al mismo tiempo, S&P confirma el rating de 'C' para la deuda a corto plazo y para la deuda subordinada de estas entidades.
"La rebaja refleja nuestra opinión de que los bancos griegos probablemente incurrirán en default dentro los próximos 12 meses, en ausencia de un acuerdo entre el gobierno griego y sus acreedores oficiales, mientras que el límite de la extensión del programa de asistencia se está acercando. En este contexto, vemos el aumento de probabilidad de que se impondrán controles de capital para detener nuevas salidas de depósitos", señala el comunicado.
S&P explica que los bancos griegos están sufriendo "crecientes presiones de liquidez". Las salidas de depósitos, que se producen con fuerza desde diciembre del pasado año, han continuado en 2015 y ya han perdido en torno a 35.000 millones de euros, lo que equivale al 20% del total de depósitos que tenían en noviembre. Este dato que señala S&P es de abril, pero "se estima que el flujo de salidas continúo en mayo y se ha acelerado en junio".
La incertidumbre en torno a las relaciones de Grecia con sus acreedores y su inestabilidad política está pesando sobre la economía
De esta forma, la agencia de rating prevé que la banca seguirá aumentando su dependencia de la Asistencia de Liquidez de Emergencia (ELA) proporcionada por el Banco de Grecia. A finales de abril, la financiación del banco central ascendió a 113.000 millones de euros, en torno al 60% del PIB.
"La incertidumbre en torno a las relaciones de Grecia con sus acreedores y su inestabilidad política está pesando sobre la economía. Incluso si hay un acuerdo con los acreedores la próxima quincena, no esperamos que dicho acuerdo cubriera los requisitos del servicio de la deuda de Grecia más allá de septiembre. En nuestra opinión, esto implica que la confianza y la actividad económica seguirán siendo débiles. En esto contexto, esperamos que la calidad de los activos de los bancos griegos se continúen deteriorando".
PESIMISMO
La nota de S&P prosigue con su pesimismo sobre las entidades financieras helenas. "Estimamos que los activos improductivos, incluidos los préstamos reestructurados, representan un altísimo 45% de la cartera bruta al cierre de diciembre de 2014. Nosotros esperamos que las pérdidas crediticias continuarán aumentando y la recuperación de activos se hará más difícil. Anticipamos que las perspectivas se debilitarán como consecuencia de un entorno económico desfavorable".
La nota de 'CCC' implica que los cuatro bancos griegos (Alfa, Eurobank, NBG y Pireo), incurrirán de forma inevitable en default en los próximos meses si no hay un acuerdo entre Grecia y los 'herederos de la troika', el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.
Además, se podrían producir nuevos recortes de rating si S&P observa controles al capital, si los bancos pierden acceso a la liquidez de los mecanismos europeos, o si esto es insuficiente para el financiamiento de las entidades.
La perspectiva podría revisarse a 'estable' si la situación política mejora en Grecia y la presión sobre el frágil perfil financiero de los bancos comienza a ceder. También, si el apoyo externo es más seguro fruto del ansiado acuerdo.
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S&P rebaja el rating de los cuatro grandes bancos griegos hasta 'CCC' con perspectiva negativa