La agencia de calificación Standard and Poor's ha bajado la previsión del PIB español en 2019 hasta el 2,1%, reduciéndola en una décima. Aunque se mantiene por encima de la media de la zona euro, esta previsión supondría una diferencia de cuatro décimas con respecto al crecimiento de la economía en 2018, que fue del 2,5%.
Según informe que la agencia ha hecho público este jueves -'The European Economy Lurches Ahead, In The Slow Lane'-, el crecimiento del PIB se irá ralentizado año tras año, siendo de un 1,9% en 2020, un 1,7% en 2021 y un 1,5% en 2022.
Para el conjunto de la zona euro también se ha rebajado la previsión de crecimiento, hasta el 1,1% porque "la economía de la eurozona está sacudiendo la debilidad de la caída de la demanda externa y nacional de finales de 2018", apuntan en el informe, "pero el crecimiento del PIB debería volver a la tendencia del 1,4% en 2020 y 2021".
A finales del pasado año la economía europea se desinfló ligeramente, lo que causó preocupación entre los inversores, temerosos de una posible recesión. En este momento, S&P señala que la situación se ha calamdo porque la debilidad económica era temporal.
Un elemento clave de la ralentización del año pasado fue la moderación de la actividad a nivel mundial y el aumento de los precios del petróleo, que hizo al comercio mundial mucho más débil. Esto afectó especialmente al sector manufacturero en el segundo semestre de 2018, lo que se tradujo en un desempeño de débil a negativo de las economías alemana e italiana, dos grandes polos industriales europeos.
De cara a 2019, las perspectivas de la demanda exterior han mejorado, con expectativas de que el crecimiento se estabilice en China con el respaldo de los estímulos fiscales y monetarios del gobierno, mientras que la situación económica en los mercados emergentes como Turquía afectará de manera menos negativa a la exportación.