- Italia se prepara para el rescate bancario con la creación de un fondo de rescate de 20.000 millones de euros
- S&P señala que estarán atentos por si hay que modificar las calificaciones de los bancos
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha apuntado que el rescate bancario en Italia no resuelve sus problemas. No obstante, ha asegurado que el plan brinca cierto alivio al sector bancario italiano. Italia se prepara para el rescate bancario con la creación de un fondo de rescate de 20.000 millones de euros. S&P señala que estarán atentos por si hay que modificar las calificaciones de los bancos.
La agencia señala que “aunque el fondo alivia el problema de algunos bancos débiles, subraya su frágil situación y la falta de acceso al mercado". Además, apunta que “seguiremos monitoreando la implementación del rescate y evaluaremos la posibilidad de incorporar apoyo a corto plazo a nuestras calificaciones de los bancos que se beneficien de ella".
En la actualidad, S & P Global Ratings no espera un impacto inmediato en sus calificaciones en los bancos italianos
En la actualidad, S & P Global Ratings no espera un impacto inmediato en sus calificaciones en los bancos italianos. Además, apunta que Monte dei Paschi, el tercer banco italiano más grande de Italia, será la primera institución en beneficiarse del Fondo.
TRES POTENCIALES BENEFICIOS DEL RESCATE
En primer lugar, el rescate supondrá un respaldo para las instituciones financieras que, aunque todavía sea considerado solvente por las autoridades, podría completar el fortalecimiento de capital necesario a través de fuentes de mercado.
En segundo lugar, el rescate podría limitar las consecuencias financieras adicionales para los bancos más fuertes. Estimamos que sólo en los últimos 12 meses los bancos italianos, principalmente los han contribuido (a través de la Garantía de Depósitos obligatoria y voluntaria y la participación en el Fondo Atlante), alrededor de 8 000 millones de recapitalizar los bancos más débiles. En tercer lugar, el rescate podría tranquilizar a los depositantes y a los tenedores de bonos minoristas en general. Así, contribuye a la estabilidad financiera del sector.
