theresa may speech
Downing Street

La fecha del Brexit se acerca (29 de marzo) y en Reino Unido cada vez están más nerviosos ante la falta de acuerdo y la posibilidad de que la salida de la Unión Europea se produzca sin acuerdo. La primera ministra, Theresa May, sigue intentando acercar posturas con Bruselas, sin éxito, y la sombra de la prórroga del artículo 50 ya planea sobre el Parlamento británico. Aunque la 'premier' insiste en cerrarle la puerta. Esta semana los diputados vuelven a votar, y tienen la oportunidad de influir en el curso de las negociaciones.

Esta semana vuelve a ser decisiva para el Brexit. Tras la visita de May a Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que se saldó sin avances aunque ambas partes coincidieron al decir que había sido un encuentro constructivo, la 'premier' se enfrenta a una nueva prueba en el Parlamento británico. ¿Qué ocurrirá? El martes 26 May comparecerá ante la Cámara para explicar el estado de las negociaciones y los avances que ha conseguido. Si ha logrado un nuevo acuerdo, podría someterse a votación, pero es poco probable ya que ella lo ha retrasado al 12 de marzo. El Gobierno británico sigue intentando que se modifique la parte del acuerdo del Brexit que habla de la frontera con Irlanda, aunque de momento no ha logrado que Bruselas cambie de parecer.

Por eso, ante la más que segura ausencia de novedades, los diputados volverán a reunirse un día después, el miércoles 27, para debatir sobre el discurso de la primera ministra y valorar las opciones que hay sobre la mesa. Podrán presentar enmiendas a la declaración de May, y ahora, con el Brexit cada vez más cerca y el acuerdo cada vez más lejos, es probable que salga adelante la liderada por la laborista Yvette Cooper, que pide que el Parlamento tome el control del proceso y las negociaciones, y contempla la prórroga del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que es el que regula las condiciones para que un miembro de la UE abandone el bloque comunitario.

Así lo explican los expertos de Oxford Economics, que remarcan que al igual que en la votación del 14 de febrero, la de esta semana "no será para aprobar el Acuerdo de Retirada, sino simplemente una votación sobre una moción propuesta por el Gobierno". Esta moción está sujeta a posibles enmiendas, por lo que "es probable que veamos otro intento de aprobar la enmienda Cooper, que pretendía crear un mecanismo legal para obligar a la primera ministra a celebrar una votación sobre la solicitud de una prórroga del período de negociación del artículo 50, si el Parlamento sigue sin poder aprobar el acuerdo", remarcan. Por su parte, desde CMC Markets dicen que esta semana "podemos esperar que los diputados intenten bloquear la opción de un Brexit sin acuerdo", lo que se conseguiría con el respaldo a esta enmienda. Su éxito dependerá, en gran medida, del número de diputados conservadores que dedica 'rebelarse'.

La prórroga es un escenario que cada vez cobra más fuerza, y al que la UE no se opone. De hecho, el pasado viernes el negociador para el Brexit del bloque comunitario, Michel Barnier, aseguraba que es algo que no se puede descartar, aunque también dejaba claro que debe ser acordado por todos los líderes europeos y que solo se contemplaría en caso de que May logre el apoyo de los legisladores en la Cámara. Es decir, que Bruselas quiere asegurarse de antemano de que habrá una mayoría en el Parlamento británico que respaldará la prórroga antes de firmarla.

Aunque este es un escenario al que May sigue negándose. No quiere ni oír hablar de una extensión del Brexit, porque eso podría suponer perder el respaldo del ala más dura del Partido Conservador, los 'breexiters', que según apuntan algunas informaciones han amenazado a la 'premier' con poner fin a su Gobierno si consiente que la salida de Reino Unido de la UE se retrase. "Tal y como están las cosas, el país se encamina a un Brexit duro, y se necesitaría tirar de legislación para cambiar las cosas. Esto podría adoptar la forma de una enmienda esta semana", remarcan los expertos de Rabobank, que señalan que "si la enmienda Cooper se aprueba, el mercado asumirá que el Brexit duro ya no está sobre la mesa".

"Es cada vez más probable que el Parlamento obligue a Theresa May a solicitar una prórroga del plazo del artículo 50", señalan por su parte los expertos de Danske Bank, en línea con lo que comentan desde otras casas de análisis.

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