- Las actas reiteran el compromiso de mantener el programa de compras al menos hasta marzo
- Los miembros del Consejo de Gobierno del BCE expresan preocupación sobre el crecimiento del empleo
El Banco Central Europeo (BCE) sigue sin ver señales suficientes para plantearse endurecer su política monetaria. Las actas de la autoridad monetaria de la Eurozona reflejan que los miembros del Consejo de Gobierno necesitan más pruebas de un incremento de la inflación y que, en todo caso, examinarán los avances de las variables macroeconómicas en diciembre para analizar el futuro próximo de los estímulos.
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El banco central ha publicado este jueves el documento que resumen las conclusiones de la última reunión, celebrada el pasado 20 de octubre, en la que se mantuvo sin cambios la política monetaria y su presidente, Mario Draghi, anticipó que el encuentro de diciembre será clave. Las actas confirman este hecho, ya que el próximo 8 de diciembre "el Consejo de Gobierno estará en una mejor posición para tomar una perspectiva más completa sobre las previsiones de inflación y evaluar así la tendencia de los precios, no sólo si convergen hacia el objetivo del 2%, sino si hay confianza en la estabilización en estos niveles".
Las actas también aseguran que los miembros del BCE tendrán a su disposición las proyecciones macroeconómicas realizadas por los expertos del Eurosistema, que cubren hasta 2019. Mientras, eso sí, no hay ni rastro del tapering, que durante el pasado mes de octubre se rumoreó que podría llegar antes de tiempo. El documento publicado este jueves por el banco central va en línea con el discurso de Draghi: "El Consejo de Gobierno debe, en total consonancia con su comunicación anterior, reiterar su orientación hacia delante sobre las compras de activos y los tipos de interés, por lo que las compras de activos mensuales de 80.000 millones de euros (APP, por sus siglas en inglés) se destinarán a su ejecución hasta finales de marzo de 2017 o más allá si es necesario, y en cualquier caso hasta que se vea un ajuste sostenido en la trayectoria de la inflación en consonancia con su objetivo".
Asimismo, el BCE esperará a diciembre para tener a su disposición los análisis técnicos sobre la ejecución del programa de compra de bonos de los comités, para analizar las opciones con las que "asegurar la correcta ejecución del APP". Así, en la reunión de diciembre sí que podría haber cambios técnicos en la política monetaria.
FALTAN EVIDENCIAS DE MÁS INFLACIÓN
La inflación subyacente continuó sin tener claros signos de una tendencia al alza convincente
Los miembros del BCE consideran que la inflación "se va a incrementar aún más en los próximos meses, principalmente a causa de los efectos de base y los precios de la energía". Sin embargo, las actas son claras: "La inflación subyacente continuó sin tener claros signos de una tendencia al alza convincente". En este sentido, los datos de IPC interanuales de los primeros meses de 2017 estarán afectados en la comparativa interanual por el coste sensiblemente superior del petróleo frente a los mínimos de 12 años marcados entre enero y febrero.
En cuanto al crecimiento, la otra vía que puede impulsar la inflación por la presión salarial y el consumo, se mantuvo con "capacidad de resistencia a la incertidumbre económica y política mundial", señala Peter Praet, economista jefe del BCE. Además, la recuperación económica sigue estando "sujeta a riesgos a la baja". El economista también expresó "cierta preocupación" sobre la posibilidad de que el empleo pierda tracción, "especialmente si la inversión se desarrolla de forma menos dinámica de lo esperado en un clima de incertidumbre, lo que podría frenar el aumento de los salarios y actuar como un lastre para el consumo privado".
DIFICULTADES PARA LOS BANCOS
El BCE admite en las actas que los bancos "siguieron enfrentándose a numerosos retos que podrían afectar a sus decisiones de préstamos y precios". La inyección de financiación con los LTROs, "que habían dado lugar a un alivio considerable en los costes de financiación" de las entidades, han permitido que éstas lleven a cabo un proceso de transmisión a los clientes del abaratamiento del crédito.
La autoridad monetaria advierte de problemas estructurales en curso en los balances de los bancos, que se deben principalmente a la morosidad de algunas partes del sector a lo largo de la zona euro, que se mezcla con los "desafíos regulatorios", y la debilidad de la rentabilidad.