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Turistas con mascarillas pasean por el centro de Sevilla (Andalucía, España)María José López - Europa Press

Los augurios sobre los efectos que la crisis del coronavirus tendrá sobre la economía son cada vez más pesimistas. Los expertos dicen que todo dependerá de la duración de las medidas de confinamiento adoptadas para contener el virus, aunque también señalan que pase lo que pase el sector turístico será uno de los más castigados. Hosteleros y agencias de viajes ya miran con escepticismo a los próximos meses, aunque el golpe puede ser mayor de lo que esperan. Y es que JP Morgan augura que se restringirán los viajes internacionales hasta diciembre.

Así lo indica en un reciente informe, en el que explica que las economías mundiales van a entrar en la 'fase 2' de la lucha contra el Covid-19, en la que se producirá el escalonamiento hasta la reapertura, y que el banco estadounidense estima que se alargará desde abril hasta el 20 de diciembre. En esta fase, remarcan los analistas de JP Morgan, "se permiten los viajes nacionales", pero también "se restringen los viajes internacionales en su mayoría, lo que implica una recuperación limitada en los sectores de los viajes y la hostelería".

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Lo que es una muy mala noticia, sobre todo para España dado que el turismo representa el 12% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 13% del empleo. Y más si se tiene en cuenta que en 2019 se registró un récord histórico de visitantes internacionales, 83,7 millones. El turismo tenía puestas todas sus expectativas en las vacaciones de verano, después de la cancelación de las Fallas y la Semana Santa, algo que se espera ocurra también con el Puente de Mayo, aunque las previsiones de JP Morgan por un lado, y los consejos que ha dado la presidenta de la Comisión Europea, por otro, hacen ya temer lo peor.

Ursula von der Leyen ha recomendado a los europeos que no hagan reservas para sus vacaciones de verano, ya que cree que es imposible hacer pronósticos fiables sobre los efectos de la pandemia. "Recomiendo esperar antes de hacer planes. Nadie puede hacer ahora pronósticos fiables para julio y agosto", afirmaba la presidenta de la Comisión Europea este domingo en Bild, el diario más leído de Alemania.

Palabras que no han gustado nada a la Federación de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viaje de España (FETAVE), que ha criticado a Von der Leyen por hablar en estos términos cuando la Comisión Europea aún no se ha pronunciado oficialmente al respecto. Le piden "prudencia" porque el turístico es, según ha reconocido Bruselas, uno de los sectores más dañados y necesitado de apoyos para evitar su quiebra en toda la Unión Europea.

En el caso de España, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha reconocido que el sector turístico tendrá una salida más lenta de la crisis por el coronavirus, y por eso el Gobierno analiza la adopción de diferentes medidas de apoyo que irá comunicando en cuanto sean concretadas. Aunque la tardanza en hacerlo está poniendo nerviosos a aerolíneas, hoteleros, restauración, agencias de viaje y demás servicios relacionados con el turismo.

Según reconoció Maroto este fin de semana en una entrevista en El País, el impacto en el turismo es "difícil de calcular" porque dependerá de la duración de la crisis sanitaria, aunque da por hecho que será "importante". "Tenemos que garantizar que el sector turístico tenga ayudas suficientes para aguantar más tiempo que otros sectores, que abrirán antes la persiana. Nos preocupa que se pierda tejido empresarial", dijo.

EL TURISMO NACIONAL COMO SALVAVIDAS

Por eso la estrategia del Gobierno, además de las ayudas, es la de promocionar el turismo nacional. Ese puede ser el salvavidas para un sector que ve cada vez más negro su futuro. "El estímulo del turismo nacional va a ser lo primero, el turismo internacional costará más, dependemos de la evolución de la pandemia y tenemos que garantizar, cuando se abra el turismo internacional, que la persona que venga a España sea una persona segura", afirmó la ministra, que ya tiene asumido que la rentabilidad del sector se verá "mermada" porque el país será incapaz de movilizar a los 83 millones de turistas que recibió el año pasado.

"De ahí la importancia del consumo nacional", según Maroto. Y mientras tanto, se intentará reforzar el turismo internacional por medio de una campaña institucional que ha lanzado Turespaña. Bajo el nombre 'España te espera', el Ejecutivo pretende fidelizar al turismo extranjero recordando los atractivos de nuestro país, con el objetivo de reposicionar a España en el mercado turístico global como destino seguro tras el Covid-19. "Tenemos que dar certidumbre y confianza al visitante internacional y estimular el turismo nacional para que este año 'consuma' España", aseguraba la ministra el fin de semana.

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