El sector servicios de la zona euro volvió a cobrar impulso en mayo, iniciando una sólida recuperación que parece que se mantendrá durante todo el verano. Este sector impulsa una nueva aceleración del crecimiento económico del sector privado.
Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la zona euro, elaborado por Markit y publicado este jueves, subió hasta el nivel 57,1, del 53,8 registrado en abril. El índice registró una expansión por tercer mes consecutivo en mayo y alcanzó su máxima desde febrero de 2018.
El repunte del índice se debió principalmente a una notable aceleración del crecimiento de la actividad del sector servicios. Los datos de mayo indicaron el segundo aumento mensual consecutivo de la actividad del sector servicios, y el mejor registrado en casi tres años. No obstante, a pesar de experimentar el crecimiento más lento en tres meses, la producción manufacturera continuó aumentando a un ritmo más fuerte que el de la actividad del sector servicios.
Analizando por países, Irlanda se situó a la cabeza de la clasificación y su crecimiento registró su nivel más alto en poco más de 21 años de recopilación de datos. España también obtuvo un buen resultado, indicando su ritmo más fuerte de expansión en catorce años y medio, mientras que el crecimiento en Francia alcanzó su máxima de diez meses. Alemania experimentó una ligera mejora del crecimiento, pero fue Italia el país que registró el aumento neto más débil de la actividad total del sector privado a pesar de haber señalado su crecimiento más pronunciado en más de tres años.
Gracias a la continua fortaleza de la demanda de productos manufacturados y a una notable mejora de los nuevos pedidos recibidos por el sector servicios, los nuevos pedidos del sector privado en su conjunto aumentaron al ritmo más fuerte desde junio de 2006.
El incremento de las ventas también fue generalizado al considerar las fuentes de la demanda, ya que se registraron aumentos tanto en los mercados nacionales como internacionales. Los nuevos pedidos de exportación se incrementaron por sexto mes consecutivo, y el aumento neto fue el más pronunciado desde que los datos compuestos estuvieron disponibles por primera vez en septiembre de 2014.
Tal fue el incremento de los nuevos pedidos que las empresas tuvieron dificultades a la hora de poner al día las cargas de trabajo en general, tal y como lo demuestran los pedidos por completar, que aumentaron por tercer mes consecutivo. El ritmo de crecimiento también se aceleró, alcanzando su nivel más alto en más de 18 años de disponibilidad de datos. Dicho incremento alentó a las empresas a contratar más personal por cuarto mes consecutivo. El aumento neto del empleo fue el más pronunciado registrado por el estudio en más de dos años y medio, y el crecimiento estuvo liderado por Alemania e Irlanda.
La confianza en las perspectivas también aumentó en mayo, alcanzando su nivel más alto desde que se dispuso de datos comparables por primera vez a mediados de 2012. Las empresas se mantuvieron positivas a pesar de señales persistentes de presiones de los costes. Los precios de los insumos en general subieron a la tasa más pronunciada en más de una década. Los esfuerzos para repercutir el aumento de los costes a los clientes a través de una subida de las tarifas cobradas conllevaron al aumento más fuerte de los precios cobrados en la historia de la serie.
SECTOR SERVICIOS
Por su parte, el Índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la zona euro aumentó hasta su nivel más alto en casi tres años en mayo, situándose en 55,2, frente a 50,5 registrado en el mes anterior. Todos los países señalaron una mejora de la actividad desde abril, aunque con algunas diferencias considerables en los ritmos de crecimiento. Irlanda y España encabezaron la marcha, seguidos de Francia. Alemania registró el ritmo más lento de expansión.
El incremento de la actividad de la región en general coincidió con la relajación de las restricciones por la COVID-19 en varios países en mayo, lo que ayudó no solo a respaldar el crecimiento de la actividad sino también a que los volúmenes de nuevos pedidos aumentaran por primera vez desde julio del año pasado. El crecimiento también fue fuerte, y el mejor observado en 40 meses.
Como resultado, los pedidos pendientes de realización se acumularon, registrando un aumento por segundo mes consecutivo y animando a las empresas a contratar personal adicional por cuarto mes consecutivo. El empleo en general aumentó sólidamente y al ritmo más fuerte desde febrero de 2020. Las proyecciones positivas para la actividad de acuerdo con las expectativas de que la implementación de los programas de vacunación tenga éxito también apoyaron la actividad de contratación. El grado de confianza fue el más alto registrado por el estudio en más de 17 años.
Mientras tanto, los gastos operativos aumentaron a la tasa más fuerte en más de una década, ya que las presiones de los precios en las cadenas de suministro se hicieron notar en el sector servicios. Aunque las tarifas cobradas volvieron a subir, la tasa de inflación fue relativamente modesta a pesar de haber alcanzado su máxima en 25 meses.
En Markit destacan que "las empresas registraron un aumento de la demanda al ritmo más fuerte desde principios de 2018, ya que la relajación de las restricciones por la COVID-19 y el progreso de los programas de vacunación mejoraron la confianza. Después de que las medidas para combatir la COVID-19 se endurecieron hasta su máxima en un año en abril, las restricciones disminuyeron considerablemente en mayo. Estas medidas están en camino de moderarse aún más al menos hasta el otoño, siempre que se eviten nuevas olas significativas de la COVID-19. Dicha relajación debería facilitar el regreso a condiciones comerciales más normales a medida que avanza el verano".
En consecuencia, añaden, "el optimismo empresarial para los próximos doce meses ha alcanzado su nivel más alto en más de 17 años". "La reactivación del sector servicios se une a un sector manufacturero en auge, lo que significa que el PIB debería aumentar con fuerza en el segundo trimestre. Puesto que se espera que los pedidos pendientes de realización que han aumentado a un ritmo récord del estudio vayan seguidos de una mayor relajación de las restricciones por la COVID19 en los próximos meses, es probable que el crecimiento sea aún más impresionante en el tercer trimestre".
Señalan además que "un área de creciente preocupación son las limitaciones de la capacidad, tanto en términos de escasez de suministros como de dificultades para contratar personal nuevo para satisfacer el reciente incremento de la demanda. Esto está provocando un aumento en las presiones de los precios, que deberían disminuir a medida que mejoren las condiciones de la oferta, pero puede seguir siendo un motivo de preocupación durante algunos meses, especialmente si la escasez de mano de obra se traduce en salarios más altos".