El sector servicios de España retorna al territorio de crecimiento en abril, mes en el que disfrutó de su mayor expansión económica en casi un año y medio, gracias a la evolución alentadora de la demanda y las proyecciones positivas respecto de la actividad futura, que ayudaron a respaldar dicho crecimiento. De hecho, la confianza en el futuro alcanzó su nivel más alto desde principios de 2004 en medio de la esperanza de una fuerte recuperación debido a los programas de vacunación y la reapertura planificada de la economía en general.
Así se refleja en el Índice PMI de Actividad Comercial, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles. En abril, alcanzó el nivel 54,6, frente a 48,1 registrado en marzo. Al situarse por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, el índice señala no solo la primera expansión de la actividad desde julio del año pasado, sino también el ritmo de crecimiento más fuerte desde finales de 2019.
El aumento de la actividad estuvo vinculado con una combinación de factores: a una demanda más firme se sumaron la reapertura de establecimientos comerciales y perspectivas crecientes en medio de una mejora en general del entorno relacionado con el Covid-19. Las empresas informaron que los volúmenes de ventas aumentaron al ritmo más fuerte desde agosto de 2019, y los clientes indicaron que esperan una fuerte recuperación de sus propias actividades a medida que se extienden los programas de vacunación y se levantan las restricciones relacionadas con el Covid-19.
No obstante, el crecimiento de los nuevos pedidos estuvo impulsado principalmente por el mercado interno. Por su parte, los niveles de nuevos pedidos procedentes del extranjero continuaron disminuyendo en abril, aunque solo levemente. Como reflejo del aumento de la confianza, las expectativas comerciales entre las empresas de servicios españolas aumentaron hasta su nivel más alto desde febrero de 2004, y más del 60% de las empresas encuestadas prevén un aumento de la actividad durante los próximos doce meses con respecto de los niveles actuales.
Esta creciente confianza en las perspectivas, además del aumento neto en las cargas de trabajo actuales, conllevó a que las empresas contrataran más personal por primera vez en más de un año en abril. Dicho crecimiento modesto también estuvo relacionado con la reapertura planificada y la reincorporación del personal tras un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Las empresas de servicios señalaron un incremento en los volúmenes de pedidos pendientes, el primero registrado por el estudio desde febrero de 2020.
Las empresas encuestadas comentaron que los niveles más altos de personal conllevaron a un aumento de los salarios y de los costes medios laborales. Puesto que los proveedores en general aumentaron sus tarifas en medio de una escasez generalizada de productos, además de los crecientes costes del transporte, los gastos operativos en general aumentaron en abril en su mayor grado desde agosto de 2008.
Las empresas intentaron repercutir el incremento de los costes operativos a sus clientes y, en consecuencia, las tarifas cobradas subieron por primera vez en más de un año. No obstante, la tasa de inflación fue moderada, ya que las empresas comentaron que las presiones competitivas continuaron restringiendo el poder de fijación de precios en abril.
SECTOR PRIVADO
Por otro lado, se observó un aumento marcado y notable de la actividad total del sector privado en abril, ya que tanto el sector manufacturero como el sector servicios experimentaron un crecimiento. Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total aumentó al nivel 55,2, del 50,1 registrado en el mes anterior y señaló su nivel más alto en más de dos años.
Se comentó que un aumento de tamaño similar de los nuevos pedidos impulsó la actividad total al alza, y tanto los fabricantes como las empresas de servicios registraron incrementos notables. Los fabricantes también informaron de un marcado aumento de los nuevos pedidos para exportaciones. El repunte de los nuevos pedidos conllevó a un aumento de los niveles de pedidos pendientes de realización por segundo mes consecutivo y alentó a las empresas a aumentar sus niveles de dotación de personal. Los últimos datos señalaron un aumento neto del empleo en el sector privado por primera vez desde febrero de 2020.
En medio de un aumento extremadamente pronunciado de los precios de los insumos del sector manufacturero, los gastos operativos del sector privado aumentaron a una tasa igual que la más fuerte observada desde julio de 2008. Las empresas intentaron repercutir el incremento de sus gastos a los clientes y, aunque la tasa de inflación de las tarifas cobradas fue la más pronunciada en más de tres años, las presiones competitivas reinantes en el sector servicios sirvieron para limitar el poder de fijación de los precios en general.
De cara a los próximos doce meses, la confianza sobre el futuro mejoró hasta su nivel más alto desde que los datos compuestos estuvieron disponibles por primera vez a mediados de 2012. Se informó que el levantamiento de las restricciones por el Covid-19 en línea con el éxito de los programas de vacunación incrementó el optimismo.
Desde Markit comentan que la encuesta de abril "arrojó un conjunto de datos extremadamente positivos, ya que la actividad comercial aumentó marcadamente debido tanto a un aumento de la demanda como a los preparativos para la reapertura de los establecimientos en previsión del levantamiento de las restricciones por la pandemia".
"La confianza entre las empresas está aumentando, lo que refleja en gran medida las expectativas de un fuerte aumento de la actividad, a su vez vinculadas a la esperanza del éxito de los programas de vacunación. Este resultado se sumará a las opiniones recientes de que la economía está a punto de experimentar un repunte fuerte y sostenible en los próximos meses", apuntan. Dicha confianza en las perspectivas "se está extendiendo al mercado laboral, y las empresas están contratando nuevos trabajadores o dan la bienvenida al personal que se reincorpora tras el ERTE. No obstante, la nota negativa es el rápido aumento de los gastos operativos que están experimentando las empresas, y que a su vez las firmas siguen teniendo dificultades a la hora de repercutirlos a los clientes en medio de fuertes presiones competitivas", concluyen.