La economía del sector servicios se contrae a un ritmo notablemente más lento en marzo, lo que brinda alguna esperanza de estabilización tras unos meses terribles. La confianza en el futuro se mantuvo alta, aunque los desafíos a corto plazo provocaron otra ronda de destrucción de empleo.
Según el índice PMI, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles, la actividad comercial se situó en 48,1 en marzo, frente a 43,1 registrado en febrero. Aunque permaneció por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por octavo mes consecutivo, el ritmo de contracción fue el más lento en la secuencia actual de declive.
Noticia relacionada
Oxford Economics, optimista con la mejora del sector servicios español tras el último PMILas empresas informaron que las restricciones impuestas por Covid-19 continuaron teniendo un impacto negativo en la actividad en marzo, aunque quizás no en el mismo grado que en los últimos meses, puesto que algunas empresas encuestadas informaron de una mejora en la demanda subyacente. Aunque las ventas en general disminuyeron, afectadas principalmente por una caída de los nuevos pedidos procedentes del extranjero, especialmente en los servicios de turismo y hostelería, el ritmo de contracción en general fue modesto y el más débil registrado por el estudio desde julio del año pasado.
No obstante, las empresas continuaron recortando sus niveles de personal en marzo, extendiendo el período actual de destrucción de empleo a más de un año, aunque la tasa de contracción fue, por amplio margen, la más débil en la secuencia actual de declive. Las empresas volvieron a vincular la pérdida de puestos de trabajo con una reducción de los nuevos pedidos, además de los esfuerzos continuos para mantener al mínimo los gastos operativos.
De hecho, la inflación de los precios de los insumos se mantuvo en marzo, extendiendo la secuencia actual de precios al alza a diez meses. Aunque la tasa de inflación fue la más baja desde diciembre del año pasado, se mantuvo marcada en medio de informes de precios más altos pagados por el combustible y los materiales en general. También hubo informes de un aumento de los costes del transporte, especialmente para el transporte de mercancías.
Sin embargo, un entorno de demanda aún débil hizo que el poder de fijación de precios de las empresas siguiese siendo insuficiente para repercutir el aumento de los costes operativos. Las empresas informaron que las tarifas cobradas volvieron a bajar en marzo, aunque la tasa de contracción fue marginal y la más débil en más de un año de caída de los precios cobrados.
Por último, la confianza sobre el futuro se mantuvo positiva en marzo, y apenas cambió de su máxima de casi tres años registrada en febrero. El optimismo estuvo firmemente vinculado con los programas de vacunación, que las empresas consideran claves para reducir los impactos negativos que la pandemia está teniendo en la actividad. Las empresas esperan que una vez que el porcentaje de vacunación sea suficientemente alto, se produzca una fuerte mejora en el entorno empresarial y económico en la segunda mitad de 2021.
SECTOR PRIVADO
La economía del sector privado de España volvió a territorio de expansión, aunque marginalmente, en marzo, ya que un aumento de la producción manufacturera estuvo acompañado por una notable ralentización de la contracción de la actividad del sector servicios.
El Índice Compuesto de Actividad Total aumentó al nivel 50,1, del 45,1 registrado en febrero, y se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por primera vez desde julio del año pasado.
Se informó que el aumento más pronunciado de la producción manufacturera en más de tres años fue debido a incrementos igualmente sólidos de los nuevos pedidos. Dado que los nuevos pedidos recibidos por el sector servicios cayeron solo ligeramente, los nuevos pedidos del sector privado en su conjunto aumentaron por primera vez en ocho meses.
La divergencia entre ambos sectores también se observó en los datos del empleo: los fabricantes aumentaron sus plantillas a la tasa más rápida desde mediados de 2018, pero se observó otra ronda de destrucción de empleos en el sector servicios.
El sólido resultado del sector manufacturero en marzo estuvo acompañado por el aumento más fuerte de los precios de los insumos en una década, en medio de informes generalizados de escasez de productos a nivel mundial y graves retrasos en las entregas. Dado que las empresas de servicios también se vieron afectadas por el aumento del coste del combustible y del transporte, los gastos operativos en general volvieron a aumentar considerablemente.
Finalmente, la confianza sobre el futuro se mantuvo sin cambios en su nivel más alto desde mayo de 2018 impulsada por la esperanza de que los programas de vacunación conduzcan a una normalización de la actividad económica en la segunda mitad de 2021.
Como comentan desde Markit, "los últimos datos de la economía del sector servicios de España, aunque continúan indicando una contracción, brindan alguna esperanza de estabilización en el sector tras unos meses terribles. La actividad y los nuevos pedidos cayeron a unos ritmos notablemente más lentos, mientras que la pérdida de puestos de trabajo fue la más débil en más de un año". No obstante, señalan que "una tercera ola de infecciones por Covid-19, que actualmente azota a los países europeos, genera preocupaciones de que un mayor endurecimiento de las restricciones ofrece claros riesgos de tendencia a la baja para el corto plazo, especialmente para el sector turístico clave de España, que continúa en dificultades".
Aún así, "con la esperanza de que los programas de vacunación se aceleren en el segundo trimestre del año, muchas empresas ahora ven un camino claro hacia la recuperación, y los encuestados comentan ampliamente que prevén una fuerte recuperación de la actividad económica en la segunda mitad del año", añaden.