La economía del sector privado de la zona euro cayó en septiembre hasta situarse cerca del estancamiento. La debilidad se mantuvo centrada en la economía manufacturera y los últimos datos mostraron que el sector industrial experimentó la mayor caída de la producción en casi siete años. En contraste, el sector servicios registró un nuevo incremento de la actividad, según el índice PMI publicado este jueves.
No obstante, el ritmo de expansión fue modesto y el más débil desde principios de año. El indicador compuesto de la actividad total, elaborado por la consultora Markit, se situó en el noveno mes del año en 50,1, por debajo de 51,9 registrado en agosto e inferior a su estimación precedente de 50,4. Además, la cifra de septiembre fue la más baja desde junio de 2013 e indicó un estancamiento generalizado de la economía del sector privado a finales del tercer trimestre de 2019.
Por países, en Alemania los datos se situaron en territorio de contracción en este mes por primera vez desde abril de 2013, y fue el único que registró una caída de la actividad respecto a agosto. Sin embargo, el crecimiento fue relativamente débil en el resto de los países encuestados. Italia y Francia registraron solo incrementos leves de la actividad económica total, mientras que el crecimiento se debilitó tanto en Irlanda como en España.
En Alemania los datos se situaron en territorio de contracción en este mes por primera vez desde abril de 2013
El sector privado también se vio afectado en septiembre por un menor nivel de nuevos pedidos. Los datos indicaron que cayeron por primera vez desde enero pasado y, aunque modestamente, se redujeron al ritmo más fuerte desde mediados de 2013. El comercio de exportación siguió siendo una fuente clave de debilidad para los nuevos pedidos.
Según las cifras, las exportaciones han disminuido durante los últimos doce meses y el declive de septiembre fue el más fuerte desde que los datos compuestos de exportación se publicaron por primera vez hace poco más de cinco años. Ante el deterioro de las condiciones de la demanda, los niveles de actividad se mantuvieron, en consecuencia, a través de una reducción de los pedidos pendientes.
A pesar de que los niveles de actividad total han registrado pocos cambios y los nuevos pedidos se han reducido, el crecimiento del empleo se mantuvo en septiembre. No obstante, la tasa de expansión fue modesta y la más débil registrada por el estudio en tres años y medio. A excepción de España, la creación de empleo fue más débil en la zona euro y Alemania registró el aumento neto más débil del empleo.
La continua preocupación sobre la desaceleración mundial del sector manufacturero y la incertidumbre política en torno al Brexit continuaron afectando la confianza. Los últimos datos mostraron un grado de optimismo solo ligeramente superior a la mínima de 75 meses registrada en agosto.
NOTABLE DESACELERACIÓN DEL SECTOR SERVICIOS
El índice PMI de actividad comercial del sector servicios señala que en septiembre hubo una notable desaceleración del crecimiento económico. Al situarse en el nivel 51,6, por debajo de 53,5 registrado en el mes anterior, el índice reveló el aumento más débil de la actividad comercial desde comienzos de 2019.
La tasa de creación de empleo se ralentizó hasta mínimos de ocho meses
Los volúmenes de nuevos pedidos también aumentaron a un ritmo más lento en septiembre, expandiéndose solo levemente a medida que la demanda se suavizó, especialmente la procedente de clientes extranjeros. En consecuencia, las empresas pudieron poner al día las cargas de trabajo, y los pedidos pendientes de realización disminuyeron por segundo mes consecutivo. Las empresas continuaron contratando personal, aunque la tasa de creación de empleo se ralentizó hasta mínimos de ocho meses.
Por último, la confianza con respecto a los próximos doce meses fue más fuerte que en agosto, pero de todas formas permaneció históricamente débil y entre las más bajas de los últimos cinco años.
Los datos del PMI "describen el panorama más oscuro desde que comenzó el período actual de expansión a mediados de 2013", a la vez que se observan "indicios de que el crecimiento se está ralentizando a medida que avanzamos hacia el cuarto trimestre, lo que significa que el riesgo de recesión ahora es muy real", afirman desde Markit, que añaden que "la desaceleración también muestra nuevos indicios de propagarse del sector manufacturero al sector servicios".
"El creciente riesgo de recesión, junto con una mayor moderación de las presiones inflacionistas, aumentará las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) tendrá que hacer más para estimular la economía en los próximos meses", concluyen.