El sector manufacturero de la eurozona mejora, aunque se mantiene estancado en terreno de contracción. Esa es la principal conclusión que se extrae de la última actualización del índice PMI que elaboran S&P Global y HCOB, que muestra una lectura en el mes de diciembre de 44,4 puntos, un aumento "marginal" de 2 décimas respecto al anterior y a la previsión de consenso. Cabe recordar que una lectura por encima de 50 puntos indica un sector en expansión, mientras que una por debajo de esta marca muestra que se encuentra en situación de declive.
"Significativamente, el índice se mantuvo por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50.0, indicando otro mes de deterioro de las condiciones operativas a las que se enfrentan las fábricas de la zona euro. A juzgar por los datos desglosados entre los tres principales grupos industriales, los desafíos más severos los experimentaron los productores de bienes intermedios, tal y como ha sido generalmente el caso durante la actual desaceleración de la industria manufacturera (que ya lleva un año y medio)", apuntan desde la firma estadounidense.
De acuerdo con el informe, el aumento del índice PMI se debió principalmente a unas desaceleraciones "más débiles" observadas en Alemania (43,3 frente a 43,1) e Italia (45,3 frente a 44,4). En particular, Francia, la segunda economía más grande de la zona euro, registró el declive más fuerte de las condiciones empresariales en más de tres años y medio (42,1 frente a 42 en noviembre). Grecia siguió siendo el único país que registró un incremento, y su ritmo de crecimiento alcanzó su máxima de cuatro meses tras situarse en 51,3 puntos frente a los 50,9 puntos de noviembre. Por otro lado, el PMI manufacturero de Irlanda se redujo hasta 48,9 desde los 50 puntos anteriores y el de Países Bajos retrocedió una décima hasta 48,8 puntos.
Más en detalle, S&P Global destaca que "hubo movimientos en algunos subíndices que indican que lo peor de la desaceleración industrial ha pasado". Por ejemplo, el nivel de producción industrial en la zona euro siguió reduciéndose en diciembre y el ritmo de contracción se aceleró ligeramente. En general, el ritmo de declive fue "fuerte", aunque el retroceso fue el segundo más débil desde mayo pasado.
No obstante, la producción siguió estando "restringida" debido a la falta de nuevos pedidos, ya que la demanda de productos de la zona euro volvió a disminuir. Aunque el declive fue el más débil en siete meses, volvió a reflejar un descenso "pronunciado". Los nuevos pedidos de clientes extranjeros también disminuyeron en el mes, extendiendo la secuencia actual de contracción de las ventas de exportación a casi dos años.
De igual modo, la "sostenida" debilidad de las condiciones de la demanda llevó a las empresas a seguir poniendo al día los pedidos pendientes. De acuerdo con el informe, el volumen de pedidos pendientes siguió disminuyendo, lo que "pone de relieve otro mes de exceso de capacidad en el sector manufacturero de la zona euro". Según estos expertos, el ritmo de reducción continúa siendo "pronunciado", aunque también fue el más lento desde mayo pasado. En consecuencia, el empleo industrial de la eurozona siguió cayendo, en línea con la tendencia observada desde junio pasado.
Por otro lado, se observó un ritmo de declive más lento de la actividad de compra en diciembre. Aunque las empresas manufactureras de la zona euro continuaron recortando la compra de insumos a un ritmo considerable, el ritmo de declive fue el más débil en siete meses. "No obstante, los stocks de compras se redujeron más rápidamente y a uno de los mayores ritmos en la historia del estudio. Debido a las reducciones sostenidas de los inventarios y una demanda más débil de los insumos, los datos de la última encuesta indicaron una nueva mejora en los plazos de entrega de los proveedores. El ritmo de mejora en el desempeño de los proveedores fue el menor en casi un año", añaden desde S&P Global.
En cuanto a los datos de los precios, los precios de los insumos de las fábricas de la zona euro siguieron disminuyendo a finales de 2023, tal y como ha ocurrido en los nueve meses anteriores. Esto dio a los fabricantes un mayor margen sobre sus propias decisiones de precios, y los datos de la última encuesta indicaron otro mes de descuentos. No obstante, la tasa de reducción de los precios de compra y de los precios de venta fue la menos marcada en ocho y siete meses respectivamente
De cara a los próximos 12 meses, las expectativas de crecimiento de los encuestados mejoraron en el último mes de 2023. Esto se debe, según S&P Global, a que el grado de confianza de los fabricantes con respecto a las perspectivas de producción fue el mejor desde el pasado mes de abril. No obstante, el sentimiento optimista es bastante tenue en comparación con la media histórica del estudio.
VALORACIONES
Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank, señala que esta "implacable desaceleración" pinta un "panorama sombrío" para la zona del euro, que podría haber entrado en recesión en el tercer trimestre del año pasado.
"La apatía de los nuevos pedidos se hace eco del pesimismo, retrocediendo casi tan rápidamente como en el mes anterior. Nuestro modelo de estimación en tiempo real se alinea con esta tendencia pesimista e indica fuertemente una contracción del PIB para el cuarto trimestre", apunta.
Por otro lado, este experto destaca que el proceso de reducción de stocks "no muestra signos de ceder", ya que los stocks de compras se están reduciendo "a un ritmo acelerado y por undécimo mes consecutivo", superando el ritmo observado en el mes anterior. "El punto de inflexión fundamental en el ciclo de inventarios es un factor clave para iniciar una recuperación. Nuestra proyección sitúa este cambio esperado en el primer semestre de 2024, aunque los indicadores actuales aún no respaldan esta expectativa", añade.
En una nota más positiva, De la Rubia apunta que un número creciente de empresas están expresando optimismo con respecto a sus niveles de producción futura durante los próximos doce meses. Este optimismo, indica, podría tener sus raíces en la previsión de una posible caída de los tipos de interés, "un problema importante" para el sector manufacturero, "conocido por requerir un nivel intenso de capital y deuda". De hecho, añade, las empresas también pueden encontrar en los precios energéticos más bajos otro factor potencial que contribuya a sus perspectivas esperanzadoras.
"En cuanto a las cuatro principales economías de la zona euro, la clasificación según el desempeño del sector manufacturero de diciembre proporcionó una lectura inquietante. El resultado menos desagradable se observó en España, donde su índice PMI señala una caída de la actividad económica menos pronunciada que en Italia, el resultado de cuya industria, a su vez, se está contrayendo a un ritmo más lento que el de la de Alemania. Por su parte, Francia registró el peor resultado", sentencia.