El sector manufacturero de EEUU ha vuelve a empeorar en abril y retoma su senda descendente tras poner fin en marzo a un periodo de 16 meses de contracción continuada. Así lo muestra el índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM), que se ha situado en 49,2 puntos, desde los 50,3 del mes anterior. El dato ha sido peor de lo esperado por el consenso, que había previsto una leve reducción hasta los 50 puntos.
Timothy R. Fiore, presidente del Comité de Encuesta de Empresas del ISM, destaca que, "aunque la mejora de la demanda se ralentizó, la producción sigue siendo positiva y los insumos se mantuvieron flexibles".
El debilitamiento de la demanda se reflejó en el Índice de Nuevos Pedidos, que volvió a la contracción, registrando una lectura de 49,1 puntos, 2,3 menos que los 51,4 registrados en marzo. El índice de producción de abril (51,3) fue 3,3 puntos inferior al 54,6 de marzo. Además, el Índice de Precios ascendió a 60,9 puntos, 5,1 puntos más que los 55,8 de marzo, mientras que el Índice de Cartera de Pedidos se redujo en 0,9 puntos hasta los 45,4 y el Índice de Empleo aumentó en 1,2 puntos hasta los 48,6.
"La demanda sigue en las primeras fases de recuperación, con signos continuos de mejora de las condiciones. La ejecución de la producción siguió creciendo en marzo, pero a un ritmo más lento que en meses anteriores. Los proveedores siguen teniendo capacidad, pero trabajan para mejorar los plazos de entrega, debido a las interrupciones en la cadena de suministro de materias primas", ha explicado Fiore.
Según este experto, el 34% del producto interior bruto (PIB) manufacturero se contrajo en abril frente al 30% de marzo. "Y lo que es más importante, la proporción del PIB del sector que registró un cálculo del PMI compuesto igual o inferior al 45% (un buen barómetro de la debilidad general del sector manufacturero) fue del 4% en abril, superior al 1% de marzo, pero un indicio de mejor salud que el 27% registrado en enero", ha agregado. Entre las seis industrias más importantes por su contribución al PIB manufacturero en abril, ninguna tenía un PMI igual o inferior al 45%, afirma Fiore.
Las nueve industrias manufactureras que registraron crecimiento en abril fueron, por orden, los Productos minerales no metálicos; Imprenta y actividades auxiliares relacionadas; Metales primarios; Industria textil; Material, aparatos y componentes eléctricos; Productos del petróleo y del carbón; Material de transporte; Productos químicos; y Productos de plástico y caucho.
Por el contrario, las siete industrias que registraron una contracción en abril fueron las Manufacturas Diversas; Maquinaria; Muebles y Productos Conexos; Productos de Madera; Productos Alimenticios, Bebidas y Tabaco; Productos Metálicos; y Productos de Papel.
PMI DE S&P GLOBAL
Este miércoles también se ha publicado el índice PMI que elabora S&P Global para el sector y que ha mostrado un descenso hasta los 50 puntos desde los 51,9 de marzo, poniendo fin a una secuencia de tres meses de mejora de las condiciones operativas.
Los expertos de la firma neoyorquina subrayan que el sector manufacturero estadounidense sufrió "un revés" en abril, ya que los nuevos pedidos disminuyeron por primera vez en lo que va de 2024. "Sin embargo, el trabajo en los negocios pendientes ayudó a mantener la producción en territorio de crecimiento, mientras que las empresas siguieron contratando personal adicional, en parte debido a las expectativas positivas para los próximos meses", apuntan.
Según se refleja en el informe, los fabricantes redujeron su actividad de compras en respuesta a la disminución de los nuevos pedidos y los inventarios previos a la producción también se redujeron. Mientras tanto, los precios de producción aumentaron a un ritmo más lento, pero la tasa de inflación de los costes de los insumos se aceleró, lo que apunta a una presión alcista sostenida a corto plazo sobre los precios de venta.
"Los nuevos pedidos del sector manufacturero disminuyeron en abril por primera vez en cuatro meses, aunque de forma moderada. Los encuestados señalaron cautela entre los clientes y reticencia a comprometerse con nuevos negocios en medio de unas condiciones de mercado poco favorables. La reducción del total de nuevos negocios se registró a pesar del crecimiento sostenido de los nuevos pedidos de exportación. Las nuevas operaciones con el extranjero aumentaron por tercer mes consecutivo, pero sólo ligeramente", señalan desde S&P Global.
Por el contrario, la producción manufacturera aumentó por tercer mes consecutivo, aunque al ritmo más lento de esta secuencia. Con la caída de los nuevos pedidos, la producción se vio a menudo apoyada por el trabajo en pedidos recibidos con anterioridad. Además, el trabajo sobre pedidos atrasados provocó una nueva reducción de la actividad pendiente, siendo el último descenso sólido el más pronunciado desde enero.
Asimismo, la última expansión de la producción manufacturera se vio respaldada por un cuarto mes consecutivo de creación de empleo, con el ritmo de contratación más rápido de los últimos nueve meses. Según los encuestados, el aumento del empleo reflejó la sustitución de las bajas y las expectativas positivas respecto a las necesidades de producción en los próximos meses.
"De hecho, las empresas siguen confiando en que la producción aumente durante el próximo año, en parte debido al aumento de la capacidad, pero también a la esperanza de que mejoren las condiciones de la demanda", señalan en el informe.
No obstante, la reducción de las nuevas contrataciones en el último periodo de la encuesta "ha frenado el optimismo", situando la confianza en su nivel más bajo en cinco meses. "Aunque las plantillas aumentaron durante el mes, los fabricantes redujeron su actividad de compras en respuesta a la reducción de los nuevos pedidos. La caída de las compras y la reticencia general a mantener un exceso de existencias en un momento de disminución de los nuevos pedidos se tradujeron en una nueva y sólida reducción de las existencias de compras, con el ritmo de agotamiento más acusado desde el pasado mes de noviembre", explican.
Por otra parte, las existencias de productos acabados aumentaron ligeramente tras la caída de marzo. La reducción de los nuevos pedidos hizo que en ocasiones se mantuvieran existencias de productos acabados a la espera de su venta.
Los costes de los insumos aumentaron considerablemente, y la tasa de inflación se aceleró por segundo mes consecutivo. Se mencionó en particular la subida de los precios del petróleo y los metales. La subida global fue mucho más lenta que las registradas en 2021 y 2022, pero la segunda más alta del año pasado. Mientras tanto, los precios de producción aumentaron sólidamente, pero en menor medida en tres meses
La menor demanda de insumos y las existencias suficientes de los proveedores dieron lugar a una nueva reducción de los plazos de entrega de los artículos adquiridos, la tercera en otros tantos meses. Sin embargo, la mejora fue "marginal".