La calificadora Scope Ratings ha confirmado el rating de España como emisor a largo plazo y de deuda sénior no garantizada en moneda local y extranjera en ‘A-’ con perspectiva estable, así como su calificación de emisor a corto plazo de S-1 en moneda local y extranjera.
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El Banco de España rebaja su previsión de PIB al 1,4% para 2023 por la mayor inflaciónSegún la firma berlinesa, la confirmación de la calificación se basa en fortalezas crediticias como una “economía grande y diversificada, respaldada por actividades de alto valor añadido”, un “perfil de deuda pública favorable con vencimientos largos” y un marco institucional “sólido, reforzado por la pertenencia a la zona euro, que favorece su resistencia a crisis externas”.
“Los riesgos para la calificación incluyen elevados niveles de deuda pública (116,1% del PIB), el elevado desempleo estructural y bajo crecimiento de la productividad y crecientes presiones presupuestarias estructurales derivadas de las tendencias de gasto a largo plazo, especialmente relacionadas con la dinámica de envejecimiento acelerado de la población, y las implicaciones a medio plazo de las políticas fiscales actuales”, advierten.
La calificadora europea también subraya que la perspectiva estable refleja su opinión de que los riesgos están “controlados” de cara a “los próximos 12 a 18 meses”. Asimismo, señalan que esta calificación podría elevarse si se produjera una mejora “notable, individual o colectivamente”, en las perspectivas de crecimiento, “respaldadas, por ejemplo, por los avances de las reformas estructurales, y las finanzas públicas, situando la deuda pública en una firme trayectoria descendente”.
“Por el contrario, las calificaciones/perspectivas podrían rebajarse si asistimos a una recuperación económica más débil de lo previsto; y/o un deterioro fiscal prolongado debilitara la sostenibilidad de la deuda; y/o las reformas se retrasarán, afectando negativamente a las perspectivas económicas y fiscales”, añaden.
Scope destaca la “amplia y diversificada” economía española como principal punto a favor del país, ya que “en comparación con otras grandes economías europeas, es menos vulnerable a las fuertes restricciones de suministro energético provocadas por la guerra de Ucrania”.
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"Habrá racionamiento de gas en Europa" si se quiere evitar que las reservas caigan del 30%“La economía española creció un 5,1% el año pasado tras una de las contracciones más profundas de la UE en 2020, durante la cual el PIB cayó un 10,8%. La recuperación ha continuado en 2022, con un fuerte crecimiento del 6,7% interanual en el primer semestre, impulsado por la recuperación de los ingresos por turismo y la demanda de los hogares”, indican, al tiempo que subrayan que el mercado laboral se ha mantenido “fuerte” y la creación de empleo sigue siendo “sólida”.
La firma germana espera que “el crecimiento se mantenga fuerte este año, en el 4,5%, reflejando principalmente un elevado efecto de arrastre”. Con todo, esta expansión del PIB se moderará hasta “el 1% o 1,5% en 2023 debido a la debilidad del consumo de los hogares y de la inversión empresarial”. “A continuación, la tendencia debería volver a niveles potenciales de medio plazo, que Scope estima en un 1,5-2% anual. Las perspectivas de crecimiento deberían estar respaldadas por una elevada inversión pública alimentada por los fondos de la UE, así como por el despliegue del Plan de Recuperación y Resiliencia de España”, avisan.
Asimismo, la calificadoracestima que para 2022, España reduzca su déficit público del 7% del PIB en 2021 al 4,5%, “lo que supondría 0,5 puntos porcentuales por debajo de la previsión del Gobierno”.
“Para 2023, Scope prevé una reducción sólo gradual del déficit de las administraciones públicas hasta el 4,3% del PIB, que estaría por encima de la previsión del Gobierno del 3,9%, lo que supondría un reto para los esfuerzos de consolidación. La hipótesis del Gobierno de un crecimiento real del PIB del 2,1% en 2023 es superior a la previsión de Scope del 1,5%. En ausencia de medidas adicionales de consolidación estructural, Scope estima que el déficit de las administraciones públicas españolas se estabilizará en el 3,2-3,5% del PIB a medio plazo, por encima del límite del 3% establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, sentencian.
Por último, Scope Ratings señala que la tasa de desempleo estructural es la más alta de la eurozona (12,4% el año pasado) y el crecimiento de la productividad es “mediocre”, ya que “en los últimos años ha disminuido de forma constante en relación con sus homólogos, pasando del 103% al 93% de la media de la UE entre 2012 y 2021”. En este sentido, creen que los recientes avances normativos, incluida la reforma laboral, y el aumento de la inversión pública procedente de los fondos desembolsados en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia deberían favorecer el aumento de la productividad a medio plazo.
“Sin embargo, serán necesarias nuevas medidas políticas para invertir la tendencia negativa del crecimiento de la productividad en relación con otros países comparables, especialmente mediante reformas destinadas a aumentar los niveles de cualificación y acelerar la digitalización”, concluyen.