Isabel Schnabel, miembro del Consejo del Banco Central Europeo (BCE), ha afirmado este miércoles en un evento 'online' que la eurozona encara un periodo de crecimiento reducido y, también, que las expectativas de recortes de tipos de interés han "relajado" las condiciones financieras.
"Hay señales de que los indicadores de sentimiento están tocando fondo, pero las perspectivas económicas a corto plazo siguen siendo débiles, en línea con nuestras previsiones", ha explicado Schnabel en un foro de preguntas y respuestas, en el cual ha añadido que la ralentización de la economía es parte de la transmisión de la política monetaria.
Al mismo tiempo, la alemana ha asegurado que "las condiciones financieras se han relajado más de lo esperado, mientras que los precios energéticos se han debilitado".
En cuanto a la inflación, Schnabel ha sostenido que esta se ha moderado, pero que las presiones subyacentes continúan siendo "elevadas". A este respecto, la integrante del instituto emisor ha recordado que la tasa de referencia deberá seguir siendo lo "suficientemente restrictiva por cuanto tiempo sea necesario" para doblegar el encarecimiento del coste de la vida y limitarlo al 2%. Por el momento, "es demasiado pronto hablar de rebajas de tipos".
DEBILIDAD ECONÓMICA
De forma similar, este mismo miércoles el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha reconocido que los datos más recientes apuntan a una desaceleración de la actividad en la eurozona al final de año, lo que confirma la posibilidad de recesión técnica en la segunda mitad de 2023.
El exministro de Economía ha calificado como "decepcionante" la evolución del crecimiento en la región, cuyo PIB se contrajo un 0,1% en el tercer trimestre, y que los datos sugieren que también cayó en diciembre, "lo que confirma la posibilidad de una recesión técnica en la segunda mitad de 2023 y perspectivas débiles para el corto plazo".
En este sentido, Guindos ha destacado que la desaceleración de la actividad "parece ser generalizada", estando la construcción y las manufacturas particularmente afectadas, aunque ha anticipado que los servicios se debilitarán en los próximos meses como resultado de una actividad más débil en el resto de la economía.
Asimismo, el vicepresidente del BCE ha advertido de que se aprecian los primeros signos de una corrección con la disminución de los datos sobre horas trabajadas y las tasas de puestos vacantes, lo que sugiere que el ajuste del mercado laboral puede afectar el número de puestos de trabajo.
Guindos ha advertido de un freno del ritmo de desinflación en 2024 después del repunte observado en la inflación en diciembre, que alcanzó el 2,9% desde el 2,4% del mes anterior. "Es probable que el rápido ritmo de desinflación que observamos en 2023 se desacelere en 2024 y se detenga temporalmente a principios de año, como ocurrió en diciembre de 2023", ha señalado.
A pesar del alza de diciembre, el economista español ha afirmado que "fue una buena noticia", puesto que, aun así, 2023 terminó con una tasa de inflación justo por debajo del 3%, mientras que la inflación subyacente entró en una clara trayectoria descendente y continuó cayendo a final de año hasta el 3,4%.
Sin embargo, las presiones salariales, el resultado de las próximas negociaciones salariales y la intensificación de las tensiones geopolíticas añaden incertidumbre sobre la trayectoria futura de la inflación.