El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido con los primeros ejecutivos de las principales compañías del Ibex 35 en las últimas semanas. Según han asegurado fuentes de la Moncloa a Expansión, los directivos han dado un voto de confianza al Ejecutivo, aunque le han pedido que no suba los impuestos.
Algunos de los que ya se han visto las caras con Sánchez han sido los presidentes de Telefónica (José María Álvarez Pallete), Banco Santander (Ana Botín), ACS (Florentino Pérez), Iberdrola (Ignacio Sánchez Galán), Fundación la Caixa y CriteriaCaixa (Isidro Fainé) y Endesa (Borja Prado). Estos encuentros se ha producido a solicitud de los presidentes de las compañías, aunque ha sido el jefe del Ejecutivo el que ha elegido con cuál de ellos se reunía.
Se están celebrando fuera de la agenda oficial del presidente del Gobierno y continuarán en septiembre, ya que Sánchez quiere reunirse "con todos". "Quiere estar atento y conocer de primera mano cómo está la situación económica y cuáles son las preocupaciones de los empresarios", agregan desde Moncloa.
Se están celebrando fuera de la agenda oficial y continuarán en septiembre, ya que Sánchez quiere reunirse "con todos"
Los dirigentes han trasladado a Sánchez su confianza, pese a que hace tan solo dos meses que ocupa el cargo y que al principio era visto con recelo. Ahora los grandes del Ibex se muestran aliviados con el perfil de los ministros elegidos. Sobre todo el de la ministra de Economía, Nadia Calviño, y que hasta junio era directora general de Presupuestos de la Comisión Europea.
De hecho, la presidenta del Santander ya había alabado a Calviño en su cuenta de Twitter cuando escribió que "en un momento clave para la Unión Europea, tener a Nadia Calviño como nuestra nueva ministra de Economía es una garantía de que España seguirá aumentando su peso en las instituciones europeas".
En general, los directivos "han transmitido al presidente la sensación de que el nuevo Gobierno ha entrado bien, que les da tranquilidad económica", han dicho al diario Expansión. Creen en el "compromiso de Sánchez con la estabilidad económica" y destacan el perfil "europeísta" del Gobierno.
Sin embargo no todo han sido buenas palabras. A los directivos les preocupa en especial la subida del tipo mínimo efectivo del Impuesto sobre Sociedades y la posible creación de un nuevo impuesto a la banca. También han hablado sobre la situación macroeconómica del país y de los grandes retos del futuro, como la sostenibilidad de las pensiones.