Tras varios días de indefinición, la Comisión Europea por fin ha presentado su paquete de medidas para hacer frente a la escalada de precios de la energía. En su discurso anual sobre el estado de la Unión, Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, ha detallado un plan centrado en la reducción del consumo energético en horas punta y limitar los beneficios extraordinarios de empresas eléctricas y petroleras, medidas que permitirían recaudar 140.000 millones de euros, aunque dejando a un lado la extensión el tope a los precios del gas y aplazando su anunciada reforma del mercado eléctrico. En este sentido, Banco Sabadell cree que el plan de Bruselas es “positivo”.
Finalmente, el tope a los precios de las energías ‘low cost’ será de entre 180 y 200 euros por megavatio hora (MWh), una cantidad que creen que servirá para mantener el interés en la inversión en renovables y recaudar suficiente dinero para financiar ayudas directas o descuentas en las facturas, entre otros. La idea es que las medidas sean aprobadas en la reunión extraordinaria del 30 de septiembre y tengan una duración de un año prorrogable a dos.
“Era lo esperado”, indican desde Sabadell, al tiempo que destacan que el nivel fijado por Bruselas “reduciría en cierta medida la posibilidad de que finalmente se aplique un ‘cap’ más alineado con precios históricos del ‘pool’ (cerca de 48 euros/MWh de media en el periodo 2010-2020) o en línea con el actualmente en vigor para el gas ‘clawback’ (minoración de los beneficios generados por el gas en energías inframarginales) en España (67 euros/MWh)”.
Además, indican, en el caso de España el “límite implícito” del gas para 2023 con la ‘excepción ibérica’ vigente “supondría considerar precios del ‘pool’ en dicho entorno (incluso algo por debajo, cerca de 180 euros/MWh) y compararía positivamente con la hipótesis del ‘pool’ para 2023 en nuestros modelos (entre 100 y 130 euros/MWh)”.
En todo caso, añaden desde Sabadell, “habrá que ver si con estas medidas en la UE el ‘cap’ al gas y el impuesto a las eléctricas decidido en España son compatibles ya que la Comisión avisó que serían excluyentes”.
Asimismo, Sabadell también se ha pronunciado sobre la “contribución solidaria” de las petroleras y otras energéticas, una medida que establecerá una tasa temporal del 33% sobre los beneficios extraordinarios de compañías de los sectores del gas, el crudo o el carbón. Según una información de ‘Bloomberg’, la base sobre la que se deberá calcular esta tasa serán los beneficios antes de impuestos del año fiscal 2022 que sean más de un 20% superiores a la media de los tres ejercicios anteriores (2019, 2020 y 2021).
“Estimamos que la aplicación de esta tasa tendría un impacto muy limitado en ENI y TotalEnergies”, afirman desde Sabadell, al tiempo que recuerdan que ENI ya soporta un impuesto extraordinario en Italia que la compañía ha estimado que alcanzará cerca del 3% de su capitalización (en torno a 1.400 millones de euros).
Por su parte, en el caso de Repsol, Sabadell cree que “el impacto sería superior” dada su “mayor concentración geográfica en Europa” y supondría “cerca del 6% de la capitalización de la compañía (1.082 millones euros o 21% sobre BDI’22e). “En principio no esperamos impacto sobre los dividendos dado que las tres petroleras tienes ‘payouts’ inferiores al 25% y completan la retribución al accionista vía recompras de acciones, que no deberían cambiar”, añaden.
Por último, el banco radicado en Alicante recalca su preferencia por Iberdrola, Ecoener y Acciona Energía, al tiempo que siguen positivos en Repsol. En cuanto a la petrolera dirigida por Jon Josu Imaz, “los potenciales impactos ya estarían descontados con las caídas de las últimas dos semanas cuando se empezó a especular sobre la tasa)”. “Respecto a las petroleras europeas, en el entorno actual de elevada volatilidad y dudas sobre el impacto del crecimiento en el precio del crudo, muestra preferida sigue siendo TTE”, concluyen.
