El Gobierno de Rusia estima que su economía registrará una contracción inferior al 3% durante 2022, mientras que la caída para el año que viene será inferior al 1%, según las últimas perspectivas que ha difundido el vice primer ministro del país, Andrey Belousov este lunes en la comisión del Ejecutivo a cargo de la economía del país.
El vice primer ministro ha indicado que estas cifras son mejores de lo esperado y crean "buenas condiciones" para que crezcan los ingresos reales de los ciudadanos y los ingresos tributarios del Estado.
Las cifras son mejores de lo esperado pese al contexto de la guerra con Ucrania y las sanciones aplicadas por gran parte de los países desarrollados contra Moscú. A finales de julio, el Fondo Monetario Internacional estimaba una caída del 6% del producto interior bruto (PIB) de Rusia este año, mientras que en 2023 el descenso sería del 3,5%.
En su último informe mensual, publicado a principios de mes, la Agencia Internacional de la Energía explicó que, hasta julio, la producción de crudo ruso únicamente había caído en 310.000 barriles por día en comparación con los niveles previos a la guerra. La producción del país es superior a 11 millones de barriles por jornada.
La economía rusa experimentó un crecimiento interanual del 3,5% en el primer trimestre de este año, mientras que en el segundo trimestre registró una contracción del 4%, según los últimos datos difundidos por la agencia estadística rusa, Rosstat.
Los datos del Ejecutivo ruso suponen también una mejora respecto a las estimaciones del Banco de Rusia, que expresaba el pasado mes de julio su confianza en que la contracción del PIB en 2022 sería menos intensa de lo temido en un primer momento, limitándola a una horquilla de entre el 4% y el 6%, mientras que para 2023 oscilaría entre el 4% y el 1% para volver a crecer en 2024, con una expansión estimada de entre el 1,5% y el 2,5%.