- Golpe de timón a última hora tras la moción de censura
Bandazo inesperado en el último momento. El lunes por la mañana había acuerdo entre PP y PSOE para repartirse la cúpula del Banco de España: la nueva gobernadora iba a ser Rosa María Sánchez-Yebra, exscretaria general del Tesoro con Guindos, y el subgobernador, David Vegara, exsecretario de Estado con Solbes. Pero por la tarde Mariano Rajoy quiso escenificar la ruptura con Pedro Sánchez tras la moción de censura nombrando gobernador a Pablo Hernández de Cos.
Diferentes fuentes confirman a Bolsamanía que el acuerdo estaba hecho desde la semana pasada y que se mantuvo vigente hasta el lunes por la tarde. Con esos nombramientos, el Banco de España iba a tener una mujer como gobernadora por primera vez en su historia, al tiempo que se perpetuaba la tradición de repartirse la cúpula del supervisor bancario entre el partido en el poder y el líder de la oposición. Este era el anuncio para el que había solicitado el viernes su comparecencia en el Congreso el ministro de Economía, Román Escolano.
Sin embargo, todo se vino abajo ayer por la tarde. Varias personas cercanas al presidente del Gobierno le hicieron ver que no tenía sentido mantener un pacto con el partido que ha presentado una moción de censura en su contra, y que numerosos medios de comunicación estaban poniendo de manifiesto esa contradicción. Así que Rajoy, a quien compete directamente el nombramiento del gobernador sin necesidad de aprobación parlamentaria, decidió escenificar la ruptura con el PSOE.
En esta decisión influyó la creciente probabilidad, de la que da cuenta hoy este medio, de que la moción de censura triunfe gracias al apoyo de los partidos independentistas catalanes (si al final el PNV se suma también al movimiento).
PUERTA ABIERTA A UN PACTO MÁS ADELANTE
Ahora bien, el presidente se dejó la puerta abierta a un pacto posterior si finalmente fracasa la moción. Para empezar, decidió nombrar gobernador a un hombre de perfil técnico y no significado políticamente. Pablo Hernández de Cos había sonado en las quinielas como 'hombre de la casa' pero para el cargo de subgobernador, dado su perfil, mientras que se esperaba alguien con más peso específico en la cúspide del supervisor.
"Al romperse el acuerdo con el PSOE, Rajoy decidió que, si no iba a poner al candidato de Sánchez (Vegara), tampoco iba a poner a la suya (Sánchez-Yebra)", señala una de las fuentes. "Entonces pidió a Escolano que le buscara un candidato 'aseadito', de perfil bajo e inatacable", añade. Es decir, nadie puede acusar al PP de nombra a uno de los suyos.
Y más aún: puede defender el cambio de última hora como una apuesta por el perfil técnico en vez de un nuevo 'pasteleo' político entre los dos grandes partidos. En este sentido, el comunicado de Economía del lunes por la tarde destacaba su "gran capacitación técnica", en particular en asuntos bancarios y monetarios, su "independencia política", y su "experiencia y prestigio" en el BCE.
En segundo lugar, no ha relevado a Javier Alonso como subgobernador sino que lo mantuvo en su puesto (su mandato no vence aún, ya que accedió al cargo el 1 de enero de 2017 en sustitución de Fernando Restoy, que había dimitido al ser imputado en el 'caso Bankia'). Alonso fue nombrado a instancias del PSOE, por lo que mantenerle permitiría al PP volver a tender los puentes una vez que pase la inestabilidad actual (si todo sale como espera Moncloa).