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El imparable aumento de infecciones por Covid-19 en Europa ha llevado a muchos países a incrementar las restricciones y decretar nuevos cierres en un intento por frenar la curva ascendente. Por ejemplo, Alemania ya valora ampliar el confinamiento duro hasta marzo o abril, Portugal lo ha alargado durante un mes más y Francia ha extendido el toque de queda en todo el país. En España, las CCAA no dejan de tomar medidas para tratar de contener los contagios. ¿Afectará todo esto al esperado rebote del PIB?

El panorama en el Viejo Continente al inicio de 2021, al que algunos definen como "el año de la recuperación", no es nada halagüeño. Aunque muchos expertos creen que las medidas de contención que se están adoptando para frenar la tercera ola del coronavirus se notarán poco en la economía, al menos por ahora.

"Aunque las restricciones son casi tan estrictas como durante la primavera del año pasado, el impacto en el PIB en el cuarto trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021 combinados debería ser mucho más modesto que en el primer semestre de 2020", apuntan los analistas de Berenberg, que creen que esta nueva ola de contagios "no es una sorpresa tan desagradable", ya que "las cadenas de suministro siguen funcionando y la vacunación aumenta las esperanzas de un fuerte repunte a partir de la primavera".

Creen que "la dirección del viaje es incluso más estricta", dado el aumento de contagios que está poniendo contra las cuerdas a los sistemas sanitarios europeos, están casi al límite, de forma que las medidas más significativas "permanecerán hasta mucho más allá de enero". En algunos países, apuntan estos analistas, la reapertura gradual "puede comenzar en algún momento de febrero", aunque en otros "eso puede no ocurrir antes de marzo".

De ahí que en la firma alemana crean que lo más probable es que veamos "un invierno más oscuro y una primavera más brillante". "El retroceso que proyectamos para este invierno debería ser compensado en parte por una recuperación más rápida a partir de la primavera", insisten, por lo que creen que el efecto de las restricciones sobre el PIB será moderado.

Pero, ¿y si los Gobiernos acaban por rendirse al cierre total porque el avance del virus no deja otra salida? Entonces las cosas podrían ser bien diferentes, incluso aunque la vacunación contra el Covid-19 siga avanzando. Tal y como destaca Pantheon Macroeconomics, la gran pregunta ahora es si lo que está pasando retrasará o no la recuperación de la Eurozona. "Los economistas están reflexionando sobre si es el momento de rebajar las previsiones de crecimiento", reconocen los expertos de esta firma.

"Confiamos en que las principales economías derrotarán al virus este año, pero han surgido riesgos de que se tarde más de lo previsto inicialmente", ya que a las restricciones hay que sumar el lento despliegue de la vacunación, que podría incluso ir a peor ahora que Pfizer ha anunciado que recortará los envíos de su vacuna a Europa durante un tiempo. "La opinión consensuada de que la economía estará en un camino sin obstáculos para recuperarse de al comienzo del segundo trimestre está ahora bajo amenaza", señalan los expertos de Pantheon, y por eso creen que es probable que haya que cambiar las previsiones.

¿SON LOS CIERRES LA MEJOR MEDIDA DE CONTENCIÓN?

El número de muertos en todo el mundo por la pandemia de coronavirus está a punto de alcanzar los 2 millones, y hay pocas expectativas de que el ritmo de fallecimientos vaya a reducirse en un futuro próximo. Está claro que hay que seguir tomando medidas para intentar frenar esta tendencia, aunque puede que los cierres no sean la mejor decisión.

Así lo apunta un reciente estudio elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, que dice que los cierres no han sido más útiles para frenar la propagación del virus que las medidas adoptadas de forma voluntaria por los ciudadanos, como el distanciamiento social o la reducción de los viajes. La conclusión la han sacado tras analizar la evolución de la pandemia en 10 países (por un lado Inglaterra, Francia, Alemania, Irán, Italia, Países Bajos, España y Estados Unidos, que adoptaron el confinamiento obligatorio y el cierre de los negocios, y Corea del Sur y Suecia, que implementaron respuestas menos severas y voluntarias), con el objetivo de comprobar el efecto que las medidas más o menos restrictivas tenían en el cambio del comportamiento individual y en la reducción de la transmisión del virus.

Y tras ello los investigadores han determinado, según recoge Newsweek, que no hay "ningún efecto beneficioso claro y significativo de las medidas más restrictivas sobre el crecimiento de los casos en ningún país". "No cuestionamos el papel de todas las intervenciones de la Sanidad pública, o de las comunicaciones coordinadas sobre la epidemia, pero no encontramos un beneficio adicional en las peticiones para que la gente se quedase en casa y en los cierres de los negocios", concluye el equipo.

Cabe destacar que la eficacia de los confinamientos ha sido un tema muy debatido desde el inicio de la pandemia, y aunque este estudio asegura que no hay ningún beneficio significativo, otros han señalado que los cierres han salvado millones de vidas. Por ejemplo, Reuters se hizo eco de un estudio publicado por investigadores del Imperial College de Londres en junio que determinó que se habían evitado unas 3,1 millones de muertes gracias a los cierres en toda Europa al principio de la pandemia. Y otras investigaciones han revelado que se evitaron 530 millones de infecciones de coronavirus gracias a los cierres en China, Corea del Sur, Italia, Irán, Francia y EEUU.

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