La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido hacer una pausa y mantener los tipos de interés en la horquilla comprendida entre el 5,25%-5,5% por sexta reunión consecutiva. La decisión, que se ha situado en línea con las expectativas, sitúa el precio del dinero en máximos de 23 años, niveles en los que se mantiene desde julio de 2023.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) señaló la "falta de progresos adicionales" para volver a situar la inflación en el objetivo del 2% fijado por el banco central, que se ha comprometido "firmemente" a devolver la inflación a estos niveles. "El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido una mayor confianza en que la inflación se está moviendo de forma sostenible hacia el 2%", ha subrayado en el comunicado.
No obstante, el FOMC votó a favor de reducir el ritmo de reducción del gigantesco balance de la Fed, un proceso conocido como endurecimiento cuantitativo (QT, por sus siglas en inglés), en lo que podría considerarse una relajación gradual de la política monetaria de la entidad. Según ha explicado el Comité, a partir de junio se ralentizará el ritmo de venta de sus tenencias de valores del Tesoro y de deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias de 60.000 millones de dólares a 25.000 millones.
"El Comité mantendrá en 35.000 millones de dólares el límite mensual de amortización de la deuda de agencias y de los valores respaldados por hipotecas de agencias y reinvertirá en valores del Tesoro cualquier pago de principal que supere este límite", ha agregado desde el banco central.
El QT es un programa diseñado para retirar la enorme liquidez inyectada por la entidad durante la pandemia de Covid-19. En el marco de este programa, la Reserva Federal ha estado permitiendo la amortización mensual de hasta 95.000 millones de dólares de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas. El proceso ha dado lugar a que el balance del banco central se reduzca a unos 7,4 billones de dólares, es decir, 1,5 billones menos que el máximo alcanzado a mediados de 2022. Según el nuevo plan, la Reserva Federal situaría la reducción anual de las tenencias en 300.000 millones de dólares, frente a los 720.000 millones de cuando comenzó el programa en junio de 2022.
Por otro lado, la Fed ha señalado que los indicadores macroeconómicos recientes sugieren que la actividad económica "ha seguido creciendo a buen ritmo". "El aumento del empleo ha seguido siendo fuerte y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. La inflación ha disminuido en el último año, pero sigue siendo elevada", refleja el FOMC en su escrito.
La Fed ha utilizado un lenguaje más prudente del habitual al señalar que "los riesgos para la consecución de sus objetivos de empleo e inflación se han ido equilibrando en el último año". Asimismo, los funcionarios de la Fed han querido subrayar que las perspectivas económicas son "inciertas" y que el FOMC "sigue muy atento a los riesgos de inflación".
Asimismo, a la hora de evaluar la orientación adecuada de la política monetaria, el Comité asegura que "seguirá vigilando" las implicaciones de la información entrante para ajustar sus perspectivas económicas.
"El Comité estará preparado para ajustar la orientación de la política monetaria según proceda si surgen riesgos que puedan impedir la consecución de los objetivos del Comité. Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las lecturas sobre las condiciones del mercado de trabajo, las presiones inflacionistas y las expectativas de inflación, y la evolución financiera e internacional", concluyen los funcionarios.