boris-johnson-va-investir-1-8-milliards-de-livres-sterling-dans-le-systeme-de-sante

La historia interminable del Brexit vive este lunes otra jornada de infarto, tanto en Westminster como en Bruselas. Por un lado, los diputados británicos deben votar la nueva propuesta de Boris Johnson para convocar elecciones el 12 de diciembre, y por otro, la UE debe decidir qué prórroga concede a Reino Unido, si corta o larga. La fecha límite del 31 de octubre está cada vez más cerca, pero a estas alturas eso es algo que ya no pone nerviosos a los mercados. El problema es que, tras lo ocurrido el viernes, hay una cosa clara: nadie quiere ser el primero en decidir qué hacer.

Unos y otros demostraron la semana pasada que el actual dilema que hay sobre la salida de Reino Unido del bloque comunitario no se resolverá en un futuro próximo. "Reino Unido y la UE se encuentran ahora inmersos en un delicado juego de pasarse la pelota, ya que ambas partes esperan a que la otra decida sobre su próximo movimiento", remarcan los analistas de IG. En la UE todos coinciden en la necesidad de conceder una tercera prórroga a los británicos porque, a día de hoy, es imposible que cumplan con el calendario. Aunque no hay unanimidad sobre la duración de la misma.

El presidente francés, Emmanuel Macron, es quien dinamitó la posibilidad de que los Veintisiete cerrasen este capítulo el viernes. Francia no está de acuerdo con conceder una prórroga de larga duración, como defienden el resto de países, que se fijaría el 31 de enero. No quiere dar a Reino Unido otros tres meses para que al final el Brexit acabe por interferir con el próximo ciclo político de la UE, y de ahí que adoptase una posición más dura en cuanto a los plazos, proponiendo el 30 de noviembre como nueva fecha límite.

Hay que recordar que la Comisión Europea se renovará en los próximos meses, y Francia defiende que dar a Reino Unido una prórroga larga significaría no solo que los nuevos miembros tengan que ocuparse del Brexit, cuando deberían estar inmersos en otros asuntos, sino que habría que dar cabida a un representante británico al ser aún parte del bloque comunitario.

Los galos insisten en saber para qué se usará esa prórroga, y por eso defendieron que Bruselas debía esperar a ver qué pasa en Londres este lunes, cuando vuelve a reunirse la Cámara de los Comunes para votar la propuesta de adelanto electoral de Boris Johnson. Una vez Reino Unido dirima su futuro más próximo, entonces la UE volverá a discutir los términos de la prórroga. "Probablemente Francia tendrá un tono diferente si el Parlamento británico no llega a un acuerdo sobre la propuesta de Johnson de celebrar unas elecciones generales anticipadas", aseveran los expertos de Oanda.

Y es que esa posibilidad es totalmente factible, porque en el lado británico las cosas no están nada claras. Tras una semana llena de idas y venidas -Johnson logró el respaldo de Westminster a su borrador del proyecto ley del Brexit, pero no para tramitarlo por la vía de urgencia-, el 'premier' propuso el adelanto electoral y amenazó con retirar definitivamente la normativa si no lograba apoyo para convocar los comicios.

El primer ministro necesita el apoyo de dos tercios de los diputados para llamar a elecciones, pero le será difícil lograrlo. Sobre todo porque el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, se niega a posicionarse hasta que la UE se pronuncie sobre la prórroga y quede totalmente descartada la posibilidad de que Reino Unido abandone el bloque comunitario sin acuerdo. El problema, dicen los analistas de TD Securities, es que los laboristas están "muy divididos". Una gran parte, de hecho, parece creer que Corbyn debería oponerse, directamente, al adelanto electoral porque consideran que unas elecciones pre-navideñas pueden ser un desastre para el partido. "Incluso si Corbyn dice que sí a las elecciones, puede haber suficientes diputados laboristas desafiando la línea del partido, por lo que no está del todo claro si el Parlamento será capaz de reunir la mayoría necesaria", remarcan estos expertos.

En cualquier caso, dicen desde IG, "parece poco probable que la oposición caiga en la trampa de Boris Johnson", por lo que el 'premier' podría perder, otra vez, su oportunidad de adelantar las elecciones. Es algo que lleva buscando desde septiembre, dados los buenos pronósticos que auguran todas las encuestas para él, con el objetivo de asegurarse una mejor posición en el Parlamento tras haber perdido la mayoría, lo que le impide sacar adelante ni el Brexit ni ninguna otra propuesta. Pero, sobre todo, quiere evitar que la oposición enmiende el acuerdo que alcanzó con Bruselas sobre la salida de Reino Unido de la UE.

En resumen, los Veintisiete quieren que Reino Unido clarifique su postura, Corbyn quiere que la UE defina el plazo de la prórroga antes de decir qué hará con la propuesta de adelantar las elecciones de Johnson, y el primer ministro británico busca proteger a toda costa su acuerdo del Brexit. "Los riesgos de que haya un Brexit duro están aumentando ligeramente, pero los mercados siguen siendo bastante optimistas y esta semana se ampliará el Artículo 50 y se fijará una fecha para las elecciones", dicen convencidos los expertos de Oanda. Habrá que verlo.

Noticias relacionadas

contador